Cabrera gana el Masters al superar a Perry y Campbell en el desempate

DEPORTES

El golf argentino ansiaba un título que se le escapó en 1968 a Roberto di Vicenzo, al firmar una tarjeta errónea

13 abr 2009 . Actualizado a las 15:32 h.

Hay heridas que tardan años en cicatrizar. El golf argentino sangra desde 1968 por el drama de Roberto di Vicenzo en Augusta. Entonces, se quedó sin disputar el título con Bob Goalby en el desempate final por firmar de forma despreocupada la tarjeta que había apuntado mal su compañero de partida, Tommy Aaron. Ayer, en otra muerte súbita, Ángel Cabrera saldó cuentas al desembarazarse primero de Chad Campbell y después de Kenny Perry.

El temple encumbró a Cabrera (Córdoba, Argentina, 1969). Porque falló durante el inicio de su recorrido, supo sufrir después y manejó la presión al final para hacerse con su segundo grande, pues ya había ganado el US Open del 2007.

Perry y Cabrera defendían su liderato en la última jornada. El argentino, mascando chicle durante toda la jornada, empezó dubitativo. Encadenó fallos que parecían descartarle. Así que fue el estadounidense el que soportó durante casi todo el día la presión del liderato. A sus 48 años, soñaba con convertirse en el más veterano vencedor de un torneo del grand slam , pretendía estirar los límites del golf. Y resistió durante horas. Jugó al par del campo durante la mitad del recorrido, mientras escuchaba el griterío del público, que jaleaba a Tiger Woods y Phil Mickelson a solo unos metros.

Cabrera era el único de los 13 primeros clasificados que jugaba por encima del par, lo que le restaba opciones de título y le alejaba de la marca de acabar la semana con cuatro resultados por debajo de los 70 golpes. Pero se aferró a sus posibilidades y remontó en los últimos hoyos. A los 39 años, el argentino, curtido por su título del US Open hace dos temporadas, lidió mejor con la presión.

Mientras que Perry, espectacular en algunos momentos, soberbio en la salida del hoyo 16, desperdició los dos golpes de ventaja con los que afrontó los dos últimos hoyos. Errático, se dejó el título.

Cabrera resoplaba; Perry fallaba. Y Campbell, que ya había finalizado su cuarta vuelta, tapado en un partido de menos protagonismo junto a Jim Furyk, esperaba por un posible desempate.

Perry tuvo un putt de cuatro metros para ganar el Masters, y la bola se quedó a un centímetro del hoyo. La muerte súbita descartó en el hoyo 18 a Campbell, y coronó en el 10 a Cabrera.