Reconocía al final del partido Bruno García que el punto dejaba «más contento» al rival que al Azkar. Insatisfecho con el resultado, y sobre todo con la escasa de puntería de sus jugadores. «Fuimos a por la victoria durante 40 minutos. Generamos juego y ocasiones, pero nos falta precisión en los metros finales», lamentó el preparador ferrolano.
El juego de ataque se tornó en fútbol control. El Azkar trató de aprovechar, sin éxito, las cinco faltas a las que llegó con rapidez en ambas partes el Caja. No llegó la sexta, aunque antes del final Mimi fue derribado frente al banquillo de los segovianos. «Nos la jugamos ahí -reconoció Bruno-. Confiamos en jugadores que pueden hacer el uno para uno, que son muy verticales. Pero teníamos a Cassio lesionado, nuestro especialista en el tiro, que no pudo participar. Nos la jugamos a sacar una falta con Miguel, Adri y Fernando, que pueden provocarla. Y Segovia lo supo gestionar bien».
Insistió García en la escasa efectividad del Azkar, que se topó muchas veces con Cidao, pero otras veces sus artilleros marraron o no se decidieron a lanzar: «No voy a apelar a la suerte. Hay que ser conscientes de que es en los metros finales donde se meten los goles. Sólo si no puedes tirar hay que pasar. En un deporte tan dinámico como este, en los últimos diez metros hay que finalizar mucho más». En la retina, una contra en la que Miguel, en vez de chutar, esperó la llegada de un compañero.
Al final, Bruno sacó la parte positiva al punto obtenido: «Con la derrota de Xota nos ponemos a cinco puntos y ellos aún tienen que descansar».
Miguel Rodrigo
«No fue un partido muy brillante para el espectador, pero sí para los entrenadores», admitió Miguel Rodrigo. El técnico castellano afirmó que el Azkar tuvo más ocasiones, pero que «el 1-1 es justo». «A nosotros nos vale el punto», dijo.