Regreso al circuito de los botones

DEPORTES

29 oct 2008 . Actualizado a las 02:15 h.

Lewis Hamilton e Interlagos son como agua y aceite. El piloto inglés dilapidó un título del mundo el año pasado en el circuito brasileño, que este domingo apostará por un Massa que se encuentra a siete puntos del líder. Hamilton se muestra muy optimista. Pero también lo era el año pasado cuando, a cinco días de la última carrera del año, aseguraba que se conocía Interlagos al dedillo «por jugar a la Play Station con mi hermano; habré dado unas trescientas vueltas y aún no he perdido».

Pero el día de la carrera Lewis descubrió que los botones de la Play no apagaban su coche virtual y que los del volante que llevaba entre sus manos sí. Sucedió en la séptima vuelta, cuando intentaba remontar desde la octava plaza. ¿Y qué hacía tan retrasado? Aunque le bastaba con acabar el gran premio por detrás de Alonso, el piloto novato no fue capaz de aceptar verse superado en los primeros metros por Raikkonen y el asturiano.

La salida de Ferrari fue magistral. Massa, autor de la pole, se colocó ante Hamilton, que partía segundo, antes de aminorar su marcha y permitir que Raikkonen se colocase a su altura. Así, los dos Ferrari tomaron juntos la curva y Hamilton perdía una posición. Mientras el inglés buscaba un hueco por la derecha, Alonso aceleró entonces por la izquierda y el inglés le mantuvo el pulso yendo por el lado malo, con lo que se vio obligado a frenar de forma muy brusca en la segunda curva. Como consecuencia, su McLaren se salió de la pista, con suerte de atravesar una zona asfaltada y sin gravilla. Se incorporó entonces en la octava posición.

Sin velocidad

Siete vueltas más tarde, los espectadores comprobaron que su coche perdía velocidad. Se especuló con que la excursión de la primera vuelta había dañado el bólido, pero pronto se supo que la pérdida repentina de posiciones (cayó a la 18) se debía a haber pulsado el botón que reseteaba el software del volante.

En cuanto Ferrari escenificó un casual adelantamiento de Raikkonen a Massa en los boxes (mucho más elegante que el reciente de Massa al finlandés en Shanghái), Alonso dejaba de ser el virtual campeón del mundo del 2007.

Pero Lewis Hamilton estuvo a punto de ser reconocido campeón después de la carrera. La FIA, aliada con el inglés en toda la temporada, denunciaba una irregularidad en la temperatura de la gasolina de los dos BMW y del Williams de Nico Rosberg. Si dos de los tres pilotos eran descalificados, Hamilton se haría con el título. Pero la FIA optó por dejar las cosas como estaban.

En el 2008, Hamilton también es optimista antes de la carrera de Interlagos. E, igual que entonces, tiene a un Ferrari a siete puntos. Una cosa tiene clara: si vuelve a perder el título no será por liarse con los botones.