Los grandes tenistas se quejan del reparto de las ganancias en las competiciones

José María Guimaraens

DEPORTES

03 sep 2008 . Actualizado a las 02:20 h.

En estos tiempos de crisis económica, hasta los grandes tenistas, los que encabezan el ránking mundial, se están quejando del reparto de las ganancias en las competiciones del circuito. Recientemente, el suizo Roger Federer expresó sus quejas ante lo que él considera un bajo porcentaje (no dio a conocer la cifra) en cuanto a la percepción de ingresos por participar en torneos. No faltó quien tras escuchar el punto de vista del suizo inmediatamente pensó en que podía hablar sobre los «fijos» que bajo cuerda vienen percibiendo las principales estrellas del juego. Aunque se le preguntó sobre si es cierta la existencia de premios adicionales solamente por el hecho de tomar parte en un torneo, Federer hizo un quiebro a la pregunta.

En realidad, al poner de manifiesto su queja sobre las ganancias se refería a las que vienen derivadas de sus conquistas en la pista. Ahora el que ha salido a la palestra es Rafael Nadal, nuevo número uno del mundo y primer cabeza de serie en el US Open. Tras ganar a Querrey en la cuarta ronda de Nueva York, Nadal acudió a la rueda de prensa, donde le espetaron una pregunta sobre la justicia, o no, de que los torneos de Grand Slam repartan poco dinero a los jugadores.

La respuesta del balear no se hizo esperar: «Cuando unos organizadores ganan tanto dinero en un torneo y nosotros, que somos la parte central del espectáculo, nos llevamos un tanto por ciento tan pequeño, creo que es injusto. Nos tendríamos que poner duros y pedir más.No es por ganar más dinero, sino por ética. Los pequeños torneos pagan un porcentaje muy alto a los jugadores y los Grand Slam abonan un mucho más pequeño que el resto».

Nadal no quiso referirse a las cantidades, el porcentaje, que perciben los jugadores en los grandes torneos. En cualquier caso, no existe secreto alguno en las cifras que manejan las competiciones del circuito, porque puntualmente, cuando llega cada prueba, se dan a conocer los importes de los premios y de lo que obtienen los jugadores en función de la ronda a la que llegan. Estos días que se desarrolla el US Open cabe señalar que el global por el pago a los jugadores asciende a 14.100.000 de dólares. Tanto el campeón como la vencedora femenina se embolsarán 1.500.000 dólares. No existe, pues, discriminación entre hombres y mujeres.

El profesional que menos cobra en el US Open es el derrotado en la primera ronda de la fase previa (3.000 dólares). La fase clasificatoria incluye un apartado de 8.000 dólares para los vencedores en la tercera ronda.

En cuanto a la prueba principal, el menos favorecido, el perdedor en la primera vuelta, se va para casa con 18.500 dólares. De ahí, las escalas van ascendiendo a estas cifras: 30.000 (segunda ronda), 46.000 (tercera), 80.000 (cuartofinalista) , 320.000 (semifinalista) y 750.000 (subcampeón).

Son premios de tal calibre que para nada pueden ser mostrados como ideales para una crisis económica. Eso sí, a los jugadores se les descuenta una cantidad, que en algunos casos llega al 56 por ciento de sus ganancias y eso es lo que les lleva a expresar sus quejas.