El dopaje ha vuelto a robar todo el protagonismo en el Tour de Francia, y lo hizo en una etapa en la que los españoles, con Óscar Pereiro y Luis León a la cabeza, ofrecieron un ciclismo de alto nivel. El gallego se exhibió y el murciano se llevó la victoria. Pero el positivo por epo de Manuel Beltrán en unos análisis realizados en la primera etapa solaparon la gesta deportiva. El de Beltrán (con su expulsión posterior de la carrera por parte de su equipo, el Liquigas, que continúa en competición) se convierte en el primer caso de dopaje de la presente edición de la ronda gala. Como guinda, un grupo de gendarmes registró el hotel del equipo con perros adiestrados en busca de material dopante y detuvo al corredor español.
El ciclista de 37 años de edad formaba parte de los corredores que estaban sometidos a un seguimiento particular por parte de la Agencia Francesa de Lucha contra el Dopaje (AFLD) a causa de los niveles «anormales» revelados en los controles sanguíneos previos al inicio del Tour. Estos resultados podrían arrojar más nombres en los próximos días, ya que hay una veintena de corredores afectados por estos niveles anormales y que son considerados sospechosos de dopaje. Solo ha trascendido el caso de Beltrán.
Entre tanto, el director de la Vuelta a España, Víctor Cordero, ya adelantó ayer que no contará con el Liquigas si se confirma el positivo de Beltrán. «Si se confirma la noticia me parece una locura, una aberración, algo que no tiene sentido y que no llego a entender», señaló Cordero, quien calificó la noticia como «otro paso atrás del ciclismo».
El responsable de la Vuelta ya declaró el pasado 26 de marzo en un acto celebrado en Madrid en presencia del presidente del Tour, Patrice Clerc, que «cualquier estupidez será motivo de exclusión» de la Vuelta.
Ayer también se supo que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) suspenderá el procedimiento de Alejandro Valverde durante seis meses, hasta que las autoridades españolas se pronuncien sobre su petición de una bolsa de sangre que podría implicar al corredor en la operación Puerto.
La etapa
En el terreno competitivo, Luis León Sánchez se hizo con una etapa en la que tuvo que echar mano de su gran poderío físico, tras las acometidas y el trabajo del gallego Óscar Pereiro.
David de la Fuente se colocó líder de la montaña gracias a la escapada en la que estuvo junto a Nibali, León y Jufré. Hubo después otra fuga peligrosa, que se formó en el segundo puerto, con Millar, Voigt, Barredo, Florencio, Scholz y Vaugrenard. La caza de esos hombres provocó una caída en el kilómetro 55. Damiano Cunego se quedó cortado. A partir de ahí, Columbia, Caisse d' Epargne y CSC rodaron a tope. Entre los veinticinco que estaban en la brega se encontraban el resto de los favoritos. Desde el líder, Kim Kirchen, hasta Evans, pasando por Valverde, Sastre, los hermanos Schleck, Pereiro, Menchov, Freire, Riccó o Cobo. Lampre rehízo el grupo cuando faltaban 66 kilómetros, pero volvería a fragmentarse a nueve de la meta.
Hoy, superado el Macizo Central y a la espera de los Pirineos, espera una etapa de transición con una parte rompepiernas en los primeros kilómetros y otra más tranquila al final, nueva oportunidad para los velocistas.