De forma casi definitiva, el conjunto coruñés aleja el fantasma del descenso con un triunfo convincente
07 abr 2008 . Actualizado a las 17:24 h.El Deportivo suma trece años sin perder en El Sardinero después de haber vencido ayer al Racing (1-3) en un partido en el que los coruñeses fueron claramente superiores a su rival en todos los aspectos del juego y se acercan un poco más al objetivo de la salvación. El equipo blanquiazul llevó la iniciativa, marcó pronto y sentenció en la primera parte.
No quería relajaciones Lotina y nos las hubo. La victoria del Recreativo el sábado apretó las clavijas mentales a los deportivistas, que salieron al césped de El Sardinero dispuestos a sentenciar por la vía rápida. Minuto uno, Sergio roba un balón, cede a Xisco y el pichichi, a la media vuelta, lo clava pegado al poste de Toño, cuyo error costó el partido al Racing.
Éste Deportivo de tres centrales es imparable a favor de corriente. Superó en todo al rival y lo mantuvo quietecito donde no podía hacer daño: muy lejos de la portería de Aouate. De vez en cuando, el Racing se revolvía, pero rápidamente recibía unas chaparretas blanquiazules. El partido era coruñés en los fundamental: el juego por bandas, la presión, la presencia en ataque, los duelos individuales y los robos en el centro del campo. Solo las imprecisiones de Aouate daban alas al cuadro cántabro.
Las dudas se despejaron con otro mal despeje local que acabó en gol visitante. Lafita intercepta, Pablo Amo cabecea en la frontal y otro defensa, Coloccini, marca cruzado. Tercer tanto del central argentino en la Liga.
A partir de ahí, las carencias racinguistas eran más notables y sólo quedaba esperar el final. Los de Marcelino, aunque incapaces, no arrojaron la toalla, y Jorge López recortó diferencias de falta directa. Fue un espejismo. Al filo del descanso, un remate de cabeza a manos de Aouate dio pie a una contra llevada a la perfección por Lafita y finalizada con la misma eficacia por Xisco, espléndido por segundo encuentro consecutivo.
El Racing no supo en ningún momento acometer el sistema táctico del Deportivo y su defensa, la menos goleada del campeonato, se mostró muy vulnerable ante la efectividad blanquiazul. El Dépor nunca vio peligrar el resultado y doblegó con inteligencia a un rival que aspira a un puesto en la próxima Liga de Campeones.
La segunda parte no tuvo historia, aunque por momentos parecía que el Racing pretendía la remontada. Marcelino quiso frenar la hemorragia con la tirita de Smoralek y matizando su mediocampo. Los santanderinos tuvieron más la pelota, pero al Deportivo no le preocupaba demasiado la posesión y permanecía sin sobresaltos en campo propio, aunque en el veinticinco Piscu sacó un balón en línea de gol. Los de Lotina sólo dispararon una vez en la segunda mitad.
En los otros dos encuentros de interés, el Zaragoza perdió contra el Betis y el Valladolid venció al Levante. El domingo a las cinco visita Riazor el Athletic de Caparrós. Después, el Osasuna y el Barça. Faltan dos victorias para la salvación y siete partidos para el final de Liga. El deportivismo duerme hoy tranquilo.