«Míster, queremos hablar con usted, pero antes nos vamos a reunir los jugadores». Así fue el recibimiento de los capitanes del Deportivo (Manuel Pablo, Valerón, Sergio y Coloccini) a Miguel Ángel Lotina cuando llegó por la mañana a la ciudad deportiva de Abegondo.
Se iniciaba en ese momento una caza de brujas en el vestuario, un tercer grado para indagar si alguien había dicho que la plantilla ha perdido la confianza en el entrenador. El proceso lo detalló más tarde Coloccini: «Hubo una reunión bastante larga en el vestuario, en la que se consultó a cada uno de los jugadores del primer equipo, uno por uno y sin dejar a ninguno, y todos han negado rotundamente haber dicho eso. Así que es mentira. Como son mis compañeros, tengo que creerles y vamos a apoyar a muerte la unión del grupo».
O sea que, según los deportivistas, ninguno denunció tras el partido del Barça esa supuesta pérdida de confianza del grupo en el técnico, una conclusión que deja bastantes dudas. Pero al plantearle a Coloccini la posibilidad de que exista una oveja negra en la caseta que haya mentido d urante el careo con los capitanes, el central responde así: «Sería una gran decepción. Creo que un hombre no puede mentir mirándote a la cara. Si no, dejaría de ser un hombre. Estamos todos muy unidos y confiados en que esa información no sale de dentro».
Después de que la cacería determinase que nadie vuela en escoba por Abegondo, o que al menos no se deja ver, los capitanes volvieron a hablar con Lotina para explicarle el resultado de sus averiguaciones y ofrecerle un respaldo absoluto. «Estamos todos más confiados, y en la charla con la plantilla se vio aún más la unión que hay en este grupo. Al primero que necesitamos para salir de esto es al entrenador y los jugadores están con él», zanjó Coloccini.
Los capitanes informaron también al técnico de que «el trabajo que está haciendo es bueno», otro de los puntos que se habían puesto en entredicho, aunque el defensa precisó que se dejaba al margen la opinión particular de algún jugador molesto porque no está participando. «Pero una cosa es que alguien esté descontento, y otra, que se acuse a todo el plantel de pérdida de confianza. Y lo peor es que no se den nombres. Vosotros -dijo el argentino a los periodistas- sabéis que yo he dicho otras veces que no estaba de acuerdo con un técnico, pero lo hice dando siempre la cara».