El Ourense languidece ante un Lugo con más argumentos para definir

CDLUGO

Rubén Durán resolvió con un centro chut la contienda en la que regresó a O Couto como adversario

10 dic 2007 . Actualizado a las 18:15 h.

Dos puntos de los últimos veintiuno disputados es el balance de un Ourense que mostró toda esa presión impuesta por los resultados en su enfrentamiento contra el Lugo.

Salieron con fuerza los inquilinos de O Couto, pero a los lucenses les bastó con mantener el orden defensivo, pese a los agobios que pasó frente a un Jaime Moreno que no supo culminar la buena asistencia de Lozano y a la volea de Pablo que desvió bien Roberto.

Sin asumir el dominio del esférico, los de Fonsi Valverde marcaban el ritmo que mejor les convenía en la parcela central y la calidad de Durán puso a prueba los reflejos de Taranilla, que volvió a ser un seguro de vida para los rojillos.

Manolo Tomé tuvo que modificar muy pronto sus planes, ya que Álvaro entró por un Azevedo que no superó las molestias físicas que arrastró toda la semana. Del veloz portugués partió la mejor jugada de los locales, con una galopada que no supo rematar en el área pequeña Levi.

Fueron, al contrario, los forasteros los que le pusieron la puntilla al partido. Primero avisó el capitán Pablo Rodríguez con un envenenado lanzamiento, al ver adelantado al portero rojillo, que reaccionó bien para sacar el balón de su misma escuadra. El gol llegó con un centro chut desde el pico del área de Rubén Durán que, se cerró hasta pegar en la madera y colarse en las redes del que había sido su equipo con anterioridad. El mazazo lo padeció el plantel local en el descanso, con otro cambio obligado, ya que Josu debutaría en el campeonato liguero, debido a una sobrecarga muscular de Seoane.

De vuelta al terreno de juego, el Lugo no quiso modificar una cadencia que le beneficiaba y los recursos del once ourensanista, plagado de jugadores poco habituales en la rotación de Tomé, fueron escasos. Aún así, Jaime Moreno sobresaltó a los aficionados con un cañonazo que se le marchó fuera por poco y Jaime también lo intentó en un disparo raso que detuvo sin problemas Roberto.

El Chino Losada, poco acertado en su hábitat natural, se topó con el omnipresente Taranilla, poco después, para recordar que una contra podía matar el partido, pero fue con media hora por delante cuando la tensión subió varios enteros cuando Álvaro marcó un gol que el colegiado anulaba, ya que el disparo se produjo desde la misma línea de fondo tras un remate de Aloisio.

Los rojillos le pusieron toda la voluntad del mundo y remaron contra corriente, frente a un rival mejor armado en la parcela central. Manu, otro ex ourensanista hizo trabajar a Taranilla, que se encontró con la réplica del otro guardameta, Roberto, en una doble oportunidad de David, que olió a gol pese a que se quedó sin ángulo de disparo.

El choque siguió sumido en idas y venidas de una a otra área, pese a que el Lugo buscó la inspiración de Mauro como refresco en la banda derecha. El Ourense no se rindió y siguió intentándolo, pero toda esa presión que arrastra el conjunto en las últimas semanas llegó a su tope cuando unas manos en la zaga de los visitantes encrespó los ánimos de los locales. El contacto se produjo en un barullo dentro del área, pero Iglesias Villanueva no quiso sancionar nada y selló la derrota de la escuadra de O Couto, hundida porque su esfuerzo fue grande, pero también la constatación de su incapacidad para marcar en casa.

Dos goles en ocho partidos como local son uno de los poderosos motivos para que los ourensanistas sigan ocupando puestos de descenso, pero con bajas de jugadores fijos en el once, las limitaciones fueron incluso más evidentes, ante un Lugo que hizo lo justo para controlar y llevarse la victoria.