Dos destellos de Carril zanjan la sexta victoria del Dépor B en Abegondo

Pedro J. Barreiros

DEPORTES

29 oct 2007 . Actualizado a las 18:00 h.

El filial del Deportivo volvió a auparse a la primera posición de la Segunda B gracias a su sexta victoria de la temporada como local. Después de dos meses de competición, el Fabril, recién ascendido, no ha encontrado rival capaz de quitarle ni un solo punto de Abegondo. Tampoco lo fue un Vecindario que atacó y atacó, pero sucumbió víctima de la falta de puntería de sus delanteros y la particular revancha de dos jugadores que vistieron su camiseta. Los goles corrieron a cargo de Iván Carril, especialmente motivado frente al equipo en el que militó la primera mitad de la pasada campaña en Segunda División, mientras en la portería coruñesa Fabricio, formado en el equipo canario, se erigió en muro infranqueable.

Ambos compitieron con el meta coruñés del Vecindario por el protagonismo del partido. «Bienvenido a casa Ian Mackay», rezaba la pancarta que sus familiares y amigos colocaron en las gradas. Y al cancerbero, traspasado por el Deportivo a principio de esta temporada después de que incluso llegase a debutar con el primer equipo, quizá le pudieron los nervios. Desde el inicio se complicó la vida en varios despejes e incluso cometió mano fuera del área tras una cesión de su defensa, pero sobre todo el equipo canario acusó su pifia en el segundo gol. Una falta directa sacada por Iván Carril a dos metros de la medialuna del área grande lo pilló a contrapié y el balón se coló por el centro de su marco.

Mientras a Álex y a Nacho les duró el fuelle el Deportivo B llevó el mando. El tempranero primer gol de Carril, de disparo raso desde la derecha tras una preciosa jugada de Jairo y Álex, anunciaba jogo bonito en Abegondo. Fueron minutos durante los que el ex sportinguista e Iván Pérez (quienes alternaron sus posiciones de la mediapunta a la banda izquierda) intercambiaron pases inverosímiles en medio de una maraña de piernas rivales. Hasta el propio Álex (omnipresente de nuevo) se animó a mostrar su faceta más ofensiva.

El resto -las oportunidades, el ritmo y el juego- corrió a cargo del Vecindario, que falló hasta siete ocasiones claras de marcar. Entonces, los locales se encomendaron a Chapi, siempre en el lugar adecuado, y Fabricio acabó por desquiciar a sus rivales. El canario, con sólo tres goles encajados en diez jornadas, y Carril devolvieron al Dépor B al liderato. Es la hora de ampliar objetivos.