Julia Roberts: «Prefiero rodar las escenas de amor con gente que ya conozco»

ANGÉLICA MARTÍNEZ

CULTURA

La actriz, una de las mejor pagadas de Hollywood, se reencuentra en «Duplicity» con su buen amigo Clive Owen, con el que ya trabajó en «Closer»

20 mar 2009 . Actualizado a las 19:06 h.

Julia Roberts vuelve al trabajo. Un año después de estrenar La guerra de Charlie Wilson, la poderosa actriz presenta ahora en España Duplicity, comedia en la que se reencuentra con el que fue su partenaire en Closer, su buen amigo Clive Owen. Bajo la dirección de Tony Gilroy, la que fuera la intérprete mejor pagada de Hollywood se convierte en una mentirosa espía. Con el poder de llevar a la gente a las salas con su magnética sonrisa, la taquillera estrella está más atenta a su familia que a su carrera. Casada con el cámara Daniel Modder, dedica la mayor parte de su tiempo a sus tres hijos.

Rodó «Duplicity» tres meses después de haber tenido a su tercer vástago, Henry. ¿Le costó volver al plató?

Sentía un estado de pánico. Cuando tienes un bebé, lo único que quieres es estar con él en casa y en chándal [risas]. Pero el director se acomodó a mis necesidades y esperó a que estuviera lista. Me sentí muy apoyada como actriz y como madre porque el director me dio todo tipo de facilidades para cuidar a mi pequeño. Incluso paraba el rodaje para que pudiera darle el pecho. Fue un sueño estar rodeada de gente tan adulta y en un ambiente tan creativo y, al mismo tiempo, tener al lado a mi hijo. Podía trabajar y a la vez no tenía que renunciar a ser madre.

¿Está feliz con las decisiones que ha tomado? En su juventud hizo muchas películas y ahora, a sus 41 años, está por y para la familia.

Mi familia es la recompensa a dieciocho años de trabajo. Antes de ser madre mi preocupación era crecer como actriz, pero ahora lo más importante es mi gente. Eso sí, sigo teniendo la misma sensibilidad que siempre hacia un buen guión. Leo una historia y rápidamente sé si quiero o no interpretarla. En estos momentos, mi trabajo está en función del horario de mis hijos. En lo que no he cambiado nada con los años es en la mentalidad con la que me enfrento al material que me ofrecen.

¿Se puede decir que es más selectiva ahora?

No lo sé. Siempre he sido bastante cuidadosa con los proyectos en los que trabajo, jamás he hecho dos películas seguidas. La única vez que trabajé sin descanso fue cuando filmé Mystic Pizza, Magnolias de acero y Pretty Woman. Después de estos tres títulos, estuve descansando dos años y luego hice El informe Pelícano, una historia que me cambió porque aprendí lo importante que es esperar a que llegue a tus manos el proyecto adecuado. No hay que precipitarse. Recuerdo cuando todo el mundo me decía que no iba a volver a trabajar si seguía rechazando películas, pero yo confiaba en mi instinto y, viendo los resultados, creo que hice bien, no me equivoqué en la elección.

Le llaman «la Hillary Clinton» de la meca del cine porque fue la primera mujer que cobró veinte millones de dólares por película.

Si es por eso, pues me parece bien [risas].

Y sigue siendo la intérprete más popular.

Lo que me da un gran alivio. Es maravilloso. Dios ha sido bueno conmigo, me han dado una gran oportunidad, pero lo que no puedo explicar es por qué yo y no otra actriz.  Con «Duplicity» vuelve a las comedias románticas.

Pues yo en cambio no lo veo como un regreso al género. Duplicity es una comedia de otro estilo, no encaja en lo que yo hice en el pasado. Ahora soy demasiado mayor para interpretar situaciones tontas de amor no correspondido. Ese tipo de comedias no tienen mucho sentido cuando ya has cumplido los cuarenta. No me voy a caer al suelo cuando pasa delante de mí el chico que me gusta, sería algo bastante estúpido a estas alturas. Duplicity es un filme lleno de diálogos, es una historia inteligente y original que me inspiró tanto como para decidir dejar mi casa y ponerme a trabajar otra vez.

Usted y Owen son muy amigos. ¿Le resultó más fácil rodar con él las escenas de amor que con otro compañero al que no conociera tanto?

Los dos estamos casados y con hijos. Hacer esas escenas románticas fue algo extraño porque, al mismo tiempo, fue divertido y también fue bastante horrible. El director nos gritaba constantemente mientras rodábamos. Finalmente, con mucho trabajo conseguimos sacarlas adelante. En cualquier caso, prefiero hacerlas con gente que conozco que con alguien a quien no conozco.

Su personaje en esta película, Claire, juega un doble papel.

Es una mujer muy astuta y yo también puedo serlo. Sé cómo moverme entre la gente y distinguir en quién puedo confiar y quién, en cambio, está fingiendo para que lo haga.

?Además de actuar, produce.

Tenemos muchos proyectos en desarrollo. Estamos trabajando en otra película para televisión de la serie American Girl, y estamos a la espera de The Friday Night Knitting. Son tiempos difíciles, de crisis, se necesita invertir mucho tiempo y mucho dinero para sacar adelante los proyectos y nadie quiere arriesgarse.

Cambiemos de tema. ¿Ve la cirugía plástica como una posibilidad?

No voy a decir que jamás lo haré porque en el futuro estas palabras me pueden escupir a la cara. Pero ahora solo quiero y espero ser tan feliz como lo soy en estos momentos.

Está muy comprometida con el medio ambiente. Su casa está construida con materiales orgánicos.

Sí y educaré a mis hijos en esta misma actitud. Es un material muy caro, pero nosotros tuvimos la suerte de poder hacerlo como queríamos. En nuestra casa hay paneles solares, todo es reciclado.

¿Qué tal ama de casa es?

Soy una artista, al menos lo intento. Me parezco mucho a mi madre porque trato de hacerlo todo, desde el pan hasta plantar hortalizas y verduras en el jardín. A mis hijos les enseño que la comida no nace en el supermercado, sino en el huerto. Los estoy educando para que sean vegetarianos.