Peleas para sentarse en la cristalera del aeropuerto de Lérida y ver aterrizar y despegar los aviones
A CORUÑA
El aeropuerto de Lérida-Alguaire está abierto desde febrero. Y se nota: decenas de personas suben todos los días desde la ciudad y los pueblos para ver despegar y aterrizar aviones. Incluso hay competiciones para sentarse en la cafetería junto a la cristalera, con las mejores vistas de la pista. Pero este revuelo diario no es nada comparado con el que se formó el pasado viernes con la llegada del primer vuelo técnico de Pyrenair desde Madrid. A las cien personas del pasaje, entre los que había cuarenta periodistas de medios de comunicación de toda España, les estaban esperando en la terminal otros tantos periodistas (españoles y franceses), el delegado de la Generalitat en Lérida, Miquel Pueyo, el director de Puertos, Aeropuertos y Costas de la Generalitat, y alguna que otra autoridad francesa. «Todo un lujo», como reconoció el presidente de Pyrenair, Hugo Puigdefábregas. El aeropuerto de Lérida pretende convertirse en la puerta de entrada al pirineo catalán y andorrano y, como todavía tienen muchos slots que cubrir, han iniciado las conversaciones con Pyrenair. La compañía oscense, por el momento, está haciendo números y ha fletado el avión del viernes como «un ensayo general» para la programación del próximo invierno que, precisamente, tendrá como gran novedad las conexiones con Lérida. ¿Los puntos de origen? Madrid, Lisboa... y posiblemente A Coruña, Vigo u Oporto.
Posible alternativa
Pyrenair no quiere doblar los vuelos que ya se dirigen a Huesca desde A Coruña y, por ello, plantea como posibilidad combinar durante las veinte semanas que ofrece sus servicios las líneas A Coruña-Huesca y Vigo-Lérida y, a mitad de temporada modificar las conexiones y realizar A Coruña-Lérida y Vigo-Huesca. «Todas las posibilidades están abiertas», dijo Puigdefábregas. Claro que para cerrar un acuerdo con el aeropuerto de Lérida, el primero que gestiona la Generalitat y no Aena, Pyrenair tendrá en cuenta todas las circunstancias existentes: dos horas y media de trayecto en coche o autocar hasta las estaciones de esquí, o el paso de una frontera en el caso de las pistas de Andorra.