La ciudad revivió el ciclón «Klaus»

E.?M.

A CORUÑA

Los bomberos realizaron ayer doce salidas entre las tres y las seis de la madrugada

15 ene 2010 . Actualizado a las 12:02 h.

El temporal de viento, con rachas que en ocasiones alcanzaron los 127 kilómetros por hora, dejó en la ciudad durante la madrugada de ayer un reguero de incidencias que mantuvieron ocupados durante horas a los servicios de emergencias. Solo entre las tres y las seis, los bomberos realizaron doce salidas a las calles coruñesas, aunque, pasado lo peor, continuaron su trabajo durante toda la mañana para asegurar diferentes elementos que amenazaban con caer a la vía pública.

La mayor parte de las intervenciones fueron en el área costera, en zonas como Los Rosales, el paseo marítimo, el Orzán y el barrio de Monte Alto, según confirmaron desde el parque de la Grela. Y consistieron, sobre todo, en la retirada de ramas y árboles y en la sujeción de ventanas, chimeneas, canalones y antenas que amenazaban con desprenderse.

El jefe de Bomberos y Protección Civil, Carlos García Touriñán, confirmó que a pesar de los numerosos incidentes no hubo daños personales. Explicó también que no se cerró ningún parque urbano durante la noche porque las previsiones meteorológicas no apuntaban a que el temporal alcanzase tal intensidad en tierra.

Balcón desprendido

El Ayuntamiento detalló que los servicios contraincendios tuvieron que desplazarse a la calle Fragas do Eume, a la avenida de Pedro Barrié de la Maza, a la calle Faro y a la ronda de Monte Alto para asegurar ventanales sueltos. En esta última vía, algunos cristales que se soltaron desde las ventanas de un bloque de viviendas impactaron contra vehículos estacionados y los dañaron. Los bomberos acudieron también a las calles Borrallón -donde varias uralitas de una terraza se habían soltado- y Vigía, en la que tuvieron que retirar unos cables eléctricos. De nuevo en Barrié de la Maza, fijaron una valla publicitaria que estaba a punto de venirse abajo. Y en la avenida de Buenos Aires el viento derribó hacia las cuatro de la madrugada la cristalera de la peluquería situada en el número 2. La luna cayó en el interior del establecimiento y se llevó por delante parte del mobiliario.

Pero uno de los efectos más graves del temporal fue la caída de parte de un balcón a la calle Manuel Murguía. El viento arrancó marcos, cristales y fragmentos de piedra de la estructura y los pedazos se precipitaron a la acera desde el octavo piso del edificio número 15-17, en cuyo bajo se ubica un establecimiento de Pizza Móvil. Por suerte, nadie pasaba por debajo cuando se produjo el desplome.

Poco después, una patrulla de la Policía Local acudió al lugar para precintar la zona ante la posibilidad de que pudiesen desprenderse más trozos de la estructura. De hecho, el Ayuntamiento emitió por la mañana un comunicado en el que recomendaba a los ciudadanos que evitasen caminar por las zonas arboladas y asegurasen elementos en terrazas y balcones, ya que la alerta de temporal se mantenía.

Pantalán

El mal tiempo causó también desperfectos en la dársena de Oza. Allí, el pantalán en el que amarran las embarcaciones menores de la Guardia Civil y las del servicio de limpieza marítima se soltó de los muertos que lo fijan al fondo marino: el viento lo zarandeó hasta que se rompieron las cadenas y se desplazó varios metros, y además se aflojaron sus anclajes en tierra. Finalmente se consiguió devolverlo a su lugar con ayuda de un barco.