El alcalde, Javier Losada, abrió los festejos e invitó a todos los coruñeses a disfrutar
02 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Como no podía ser de otra manera, el 800 aniversario del otorgamiento de la Carta Puebla a la ciudad y el proceso de designación de la torre de Hércules como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco centraron el pregón con el que el escritor, periodista y actual director de la Casa de Galicia en Madrid, Alfonso S. Palomares, abrió de forma oficial las celebraciones del mes de agosto.
Un discurso en el que también hizo hincapié en las numerosas «actividades para todos los públicos» que tendrán lugar y que desde el Concello se espera que lleguen a reunir a un millón de personas, a pesar de que ayer no había más de 3.000 en la plaza de María Pita para el pregón.
El alcalde, Javier Losada, fue el encargado de ceder la palabra al pregonero, Alfonso Palomares, en el balcón del Concello. Losada llamó a todos los coruñeses «estar en la calle y disfrutar con alegría de unas fiestas con actividades para todas las edades y en todos los barrios».
Por su parte, Palomares dejó rodar su faceta de escritor y leyó un discurso muy literario, la mitad en castellano y la otra en gallego, que duró unos quince minutos. Ya había dicho Javier Losada en su introducción que Palomares «quiere ser un coruñés más». Y lo dejó ver en un entusiasmado discurso en el que recordó a todos los asistentes que A Coruña celebra su octavo centenario en «el momento de máximo esplendor y belleza de su historia». Además, hizo un llamamiento para que todos los coruñeses vivan las fiestas al máximo, disfrutando «de las innumerables oportunidades que nos van a dar para ser dichosos».
Repasó el popular mito de Hércules y Gerión, el de María Pita y los barcos del pirata Drake y, además, alabó desde la «maravilla arquitectónica y simbólica del Ayuntamiento» hasta el «espectáculo visual de las galerías de la Marina». Por último, despertando los aplausos de todos los coruñeses, culminó su discurso con un «¡vivan los coruñeses y viva Coruña!».