José Manuel García, de Ramisquido, A Laracha, es el criador de la Costa da Morte que vendió la novilla más cara en la subasta del domingo de Mazaricos. Obtuvo 3.150 euros por una res de su granja, muy parecida a otra con la que estuvo en Santa Comba en abril, pero entonces el precio más alto fue de 2.600 euros.
El ganadero explica que la subida de precios no responde a una mayor calidad sino a la escasez de reses y, sobre todo, a una demanda muy elevada. La producción de leche no es demasiado elevada en los últimos meses por lo que muchos ganaderos temen no llegar a cumplir la cuota asignada.
José Manuel García constató que los animales que obtuvieron mejores precios son los que se encuentran más cerca del parto. La campaña lechera concluirá en marzo y son muchos los productores a los que les faltan muchos litros para igualar los derechos que tienen. El temor es que el gobierno central les reduzca la cuota de cara a la próxima temporada.
Diferencia
Ello explica que entre las subasta de Santa Comba y la de Mazaricos haya 700 euros de diferencia en los precios.
Lo mismo piensa Xusto Sánchez, ganadero e importador de Langueirón, en Ponteceso. Reconoce que los precios actuales son irreales y ve con preocupación el momento de inestabilidad que vive el sector. Una de sus reses se pagó el domingo a 3.000 euros. La novilla fue para una granja de Lucín en Olveira-Dumbría.
En este caso el animal venía refrendado por la alta producción de su madre. Xusto Sánchez no recuerda haber visto tantos compradores como los que hubo en Mazaricos y reconoce que en el pabellón había mucho nerviosismo. Coincide con José Manuel García en que la gran mayoría de los que intentaron pujar no lo habían hecho nunca y afirma que fueron muchos los que tenían como tope los 2.600 euros, por lo que se llevaron muy poco, ya que la novilla más barata salió por 2.450 euros, casi lo que costó la más cara en la feria del 14 de abril en Santa Comba.
Xusto Sánchez asegura que ahora pueden pagarse estos precios ya que la cotización de la leche está a 50 céntimos, lo que hace que se recupere pronto una inversión de 3.000 euros, sobre todo cuando se trata de novillas capaces de producir 9.000 litros en el primer parto. A pesar de ello considera que un gasto de este tipo es muy arriesgado, puesto que no hay ninguna garantía de recuperar la inversión, sobre todo cuando hay necesidad de adquirir muchos animales, como ocurre en algunos casos.
En cuanto a los ejemplares de importación, la subida se produce también de mes en mes. El ganadero afirma que es normal que «nuns días o precio suba 40 ou 50 euros».
De todos modos, las vacas procedentes de recría del país son las más valoradas.
En la puja de Mazaricos también participaron una granja de Cerceda y otra de Dumbría, aunque ninguna de las dos consiguió precios tan elevados como los logrados por las reses de A Laracha, que fueron vendidas a explotaciones de Mazaricos, y Ponteceso, que comercializó la segunda de sus novillas a 2.800 euros, también un precio muy alto.