El que lleva más años en paradero desconocido es Santiago Garabal
01 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.José Carlos Pombar. Se le relacionó con varias operaciones contra el tráfico de drogas. Su detención causó conmoción, ya que había sido un conocido banquero. Foto queijeiro
Desde que en el 2009 se detuvo al boirense O Presidente, que supuestamente manejó un clan de narcotransportistas desde la prisión de Teixeiro, los nombres de barbanzanos no volvieron a saltar a la palestra asociados a grandes operaciones de narcotráfico. Sin embargo, eso no quiere decir que no haya vecinos de la comarca con cuentas pendientes por este asunto. Algunos las están redimiendo en prisión. Otros murieron. Y algunos sencillamente están prófugos de la Justicia. Al menos figuran cuatro personas en esta última situación.
El narco que pasa por ser el que lleva más años en paradero desconocido es el ribeirense Santiago Garabal. Fue procesado en tres sumarios distintos de la operación Santino, pero se dio a la fuga antes de que le notificasen la sentencia que le condenaba a ocho años de prisión. En Ribeira son pocos los que se acuerdan de él. No en vano, a finales de los noventa ya no se sabía donde estaba y, por lo que parece, no volvió a dejarse ver por la capital barbanzana. Es lógico que pocas personas le recuerden, y eso que en su día se le ligó a un clásico en este mundo: José Luis Charlín.
La de Santiago Garabal es una historia curiosa, ya que su nombre nunca más volvió a aparecer asociado a una gran operación. Lo cual es raro en la escuela del narcotráfico, ya que la mayoría de los procesados acaban reincidiendo. Podría ser que estuviese muerto. O que decidiese buscarse el pan por una vía menos conflictiva. Lejos de aquí.
De su generación es también otro ribeirense prófugo de la Justicia, José Pouso Rivas, más conocido como Pelopincho. Su caso sí es más usual. Estuvo fugado unos años. Regresó. Y el año pasado volvió a perdérsele la pista. Hay varias órdenes internacionales de busca y captura contra él. Pero sigue en paradero desconocido. Eso sí, fue detenido su abogado, un pontevedrés del que se espera que aporte pistas sobre Pouso Rivas.
El caso de José Antonio Creo
La nómina de narcos barbanzanos prófugos la completan tanto el pobrense José Carlos Pombar, que se dio a la fuga hace siete años y al que algunas fuentes sitúan en África, como Manuel González Crugeiras, Carallán, de Ribeira. Este último también se fugó dos veces. Primero lo hizo en 1994. Tres años después se entregó a la Justicia y ahora lleva desaparecido desde marzo. Aprovechó un permiso penitenciario para alejar sus pies de la cárcel de A Lama, donde estaba cumpliendo condena.
Un caso algo distinto es el del pobrense José Antonio Creo. En su día fue procesado por narcotráfico por el juez Carlos Bueren, pero no llegó a ser citado para juzgársele dado que ya se le había perdido la pista. Su coche fue hallado en Catoira, pero nunca más se tuvo noticias de él. A mediados de los años noventa, se le relacionó con Carallán.
Santiago Garabal Fraga. Lleva en paradero desconocido desde finales de los noventa. La imagen, tomada en Madrid, data de 1996. A otros cómplices suyos también se les perdió la pista. Foto xosé castro
Manuel González Crugeiras. Estaba cumpliendo prisión en A Lama hasta marzo. Solo unos días antes de fugarse acudió a una manifestación en Ribeira. Foto: c.?Q.
José Pouso Rivas. Este ribeirense, más conocido como Pelopincho, tiene varias órdenes de busca y captura. Se le perdió la pista en el 2010. Recientemente se detuvo a su abogado, Franco Argibay.