Galicia tiene este año su particular presencia en la Eurocopa de Austria y Suiza. Aunque ningún gallego jugará con la roja, las botellas de Coca-Cola conmemorativas del acontecimiento deportivo han salido de la fábrica de Begano, en A Coruña, para todo el mundo.
Serán solo dos millones hechas en aluminio y decoradas con ilustraciones que simulan un balón de fútbol. Nadie las podrá pedir en un bar. Su exclusividad se ciñe solo a ruedas de prensa o espacios vip en aeropuertos u hoteles. El resto podremos pujar por ellas en alguna subasta y pagar hasta 90 euros por la exclusividad de llenar nuestra estantería con un ejemplar que, quién sabe, puede recordarnos dentro de diez años el momento en que España pasó de cuartos.
Las 90.000 cajas que salieron hace meses de Galicia se están repartiendo en los países anfitriones -Suiza y Austria-, Polonia, Hungría, Dinamarca, Alemania y Serbia. El director comercial de Begano, José Picado, ha explicado que Coca-Cola «escogió la fábrica gallega por ser la única en España que dispone de la tecnología necesaria para fabricar botellas de aluminio». Pero no solo la Eurocopa tendrá productos gallegos. China, Taiwán, Estados Unidos, Grecia, Bélgica, Australia y Nueva Zelanda son los países escogidos entre los que se repartirán las 400.000 botellas conmemorativas de los Juegos Olímpicos de Pekín. Apenas cien mil litros de exclusividad ilustrados por ocho artistas nipones que a través de consignas de solidaridad y esfuerzo reflejan la filosofía originaria de las olimpiadas. En ellas quisieron reflejar la lucha por la superación, la felicidad o la perseverancia. Un listado finito de buenos propósitos para entender la vida y el deporte que empezó a fraguarse hace año y medio en Coca-Cola.
Y ahora, la torre de Hércules
En Galicia, a muchos kilómetros de su sede en Atlanta, la compañía espera hacer realidad lo que todavía es solo un proyecto: crear una tirada exclusiva conmemorativa de la torre de Hércules, que se distribuiría en A Coruña. Picado prevé que en pocas semanas esta idea reciba todas las aprobaciones de la empresa y que la ciudad disfrute su botella conmemorativa de apoyo a la candidatura a patrimonio de la humanidad.
Mientras, esta tarde, con o sin refrescos, España espera empezar con buen pie su debut en Austria frente a Rusia.