A punto de inaugurarse la variante norte de Vilagarcía, y cuando se cumplen tres años del inicio de los trámites para la expropiación de los terrenos afectados por el paso de la circunvalación de la ciudad, buena parte de los propietarios inmersos en el proceso no han cobrado aún las indemnizaciones. Al menos es lo que denuncian un grupo de afectados, que dicen estar hartos de pedir explicaciones en los despachos y recibir solo largas. «Lo que pasa es que no tienen dinero», asegura un vecino que lleva esperando desde entonces por los 70.000 euros en los que la Administración tasó los terrenos de su propiedad afectados por el paso de la carretera. Y dice no ser el único que se cansó de esperar, que hay afectados en Rubiáns, A Torre, Trabanca Badiña y Guillán. Todos ellos han recibido, por supuesto, el 10% que es de pago obligatorio cuando empezó el proceso, pero no el resto de las cantidades adeudadas.
Algunos sí han cobrado, reconoce este vecino afectado, «pero son casos como el del asturiano al que le tiraron la casa». Admite que él ha recurrido el proceso ante el Jurado de Expropiaciones por no estar de acuerdo con la cantidad fijada, «porque lo valoraron muy bajo». Pero sostiene que, al margen del proceso en los juzgados, la Xunta tendría que haber pagado ya lo que ellos fijaron en su día.
Los argumentos de la Administración autonómica difieren en ese punto con los del afectado, porque ayer, desde la Consellería de Política Territorial, se indicó que no hay problema alguno con las expropiaciones de Vilagarcía, y que las únicas que están sin pagar son las que están recurridas, a la espera de que se decida el justiprecio. Loa afectados que denuncian el retraso del pago, en cambio, aseguran que se ha superado el plazo de espera que marca la ley, y que es obligación de la Administración que se pague la cantidad fijada a la espera de que luego el Jurado fije la cantidad final.
Más de cuatrocientos
La construcción de la carretera de circunvalación afecta a medio millar de propietarios en 7,6 kilómetros. Algo más de 400 expropiados son del Concello de Vilagarcía, aunque también los hay de Caldas y Vilanova.
La variante norte cumple con las características de una vía de alta capacidad, formada por una plataforma compuesta por dos carriles de 3,5 metros en cada sentido, con dos arcenes de 2,5 metros. La circunvalación conectará al norte con la PO-548, que comunica Vilagarcía con Pontecesures, a la altura de Carril. Al sur, se unirá con las vías N-640 de Vilagarcía a Caldas y la PO-531 de Pontevedra a Baión. También enlazará con el vial de acceso al puerto una vez que esté abierto al tráfico.
La Consellería de Política Territorial anunció hace unas semanas que la circunvalación se abrirá al tráfico a lo largo de la próxima primavera, con un ligero retraso sobre la fecha prevista inicialmente.
Los obreros trabajan en la actualidad en el último tramo de las obras, justo enfrente al cementerio de Carril, que es donde desemboca el vial que prevé descongestionar el tráfico de la ciudad y aliviar la cantidad de circulación que ahora, sin alternativas, tiene que pasar por el casco urbano.
Esa premura que se ve en los trabajos y que auguran una próxima inauguración del vial no se corresponde, según denuncian los afectados, con el pago de las expropiaciones, un proceso que va mucho más lento.