Ence mantiene la incertidumbre sobre su continuidad en Mirasol

Daniel Gayoso

A MARIÑA

20 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Se cumplen tres semanas desde que la Xunta de Galicia enviase su propuesta a Ence para que la industria papelera continuase utilizando el puerto de Ribadeo como principal salida de la celulosa, en lugar de derivarla en ferrocarril hasta el puerto de El Musel, en Gijón. Durante todo este tiempo, la compañía naviega ha estado estudiando detenidamente las principales características de la llamada «opción gallega», una propuesta que ha molestado mucho en la comunidad de Asturias.

Una reducción considerable de las tasas portuarias, de hasta un 60%, y una ampliación del puerto ribadense han llevado a Ence a pensarse mucho esta opción, hasta el punto de que a día de hoy sigue sin adoptar una solución definitiva al respecto. El nuevo director de la empresa, Jaime Argüelles, dejó claro ayer, en sus primeras declaraciones, que, de momento, no descartan ninguna de las dos alternativas. Es más, apuntó, valoran ambas opciones y se decantarán por la más favorable «para la empresa y para la región».

Ence sigue deshojando la margarita y no ha retirado de su mes ninguna de las dos propuestas, pese a firmar hace varios días un convenio con Feve y el Principado, que asegura que la celulosa viajará en tren hasta el puerto de Gijón. Este proyecto está muy avanzado y en las próximas semanas comenzarán las obras de construcción de un ramal ferroviario que unirá la planta de Navia con la actual vía del tren, una actuación que contempla una inversión cercana a los nueve millones de euros.

Con esta nueva infraestructura, de la que será titular el Principado, la empresa moverá 500.000 toneladas de madera y otras 420.000 de pasta de papel, que serán enviadas a El Musel en tren. Una opción que incrementará en un 30% el volumen de negocio de mercancías y obligará a mejorar el trazado ferroviario en la comarca del Occidente asturiano.

Malestar en Asturias

La propuesta de Portos de Galicia, en cambio, contempla una reducción de cerca de un 60% en las tasas portuarias si la empresa se compromete a sacar al año más de 250.000 toneladas de celulosa. Si la cantidad fuese menor, también lo serían las rebajas en las tasas por usar el puerto ribadense. Además, el ente de la Xunta se compromete a una ampliación del puerto gallego para que entre un barco más y a dragar la ría para facilitar la entrada y la salida de los barcos. Esta propuesta ha sentado muy mal en Asturias. El Gobierno autonómico y algunos alcaldes de la zona occidental creen que Galicia intenta «entorpecer» el acuerdo firmado con el Principado y que es una forma de justificar la falta de trabajo de una administración.