El clima tenso marca el inicio del último curso político del mandato en A Coruña

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

La fachada marítima, la cárcel y Nostián, asuntos decisivos

31 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Septiembre marca el inicio del curso político después de que el verano suponga un pequeño paréntesis en la actividad. La corporación regresa a María Pita en plenas condiciones para afrontar el tramo final del mandato y con las elecciones municipales de mayo del próximo año como el elemento que marcará todo. 

Escenario de partida

Calma tensa. El ambiente en María Pita antes de la «pausa» veraniega estaba caracterizado por un clima en el que predominaba la calma, aunque ya se empezaban a ver tiranteces entre algunos grupos. Los procesos internos de las formaciones obligaban a mantener cierta distancia con las líneas que se marcarán de ahora en adelante. 

Los partidos

Cambios en las listas. La alcaldesa, Inés Rey, y Miguel Lorenzo, de PSOE y PP, respectivamente, son las dos caras confirmadas para ser candidatos en la cita electoral de mayo. La regidora no tendrá que afrontar un proceso de primarias por su condición de alcaldesa, mientras que el popular fue proclamado en julio presidente del PP local y propuesta oficial de la formación para tratar de recuperar la alcaldía ocho años después. Su aterrizaje en María Pita se oficializará en el pleno del 8 de septiembre. Como el resto de partidos, tendrán que afrontar el proceso de elaborar las listas en las que concurrirán, y en ambos casos se espera haya cambios importantes con respecto a los miembros actuales. Mientras, la Marea está inmersa en su proceso interno, que está marcado por la renuncia de sus cinco ediles a repetir. Además, todo apunta a que habrá una escisión y no volverán a presentarse conjuntamente con Podemos. Mientras, el BNG también está definiendo su estructura para los comicios y, de nuevo con Francisco Jorquera como líder, llega en tendencia positiva. La encuesta hecha por Sondaxe en mayo daba 11 ediles al PSOE —en 2019 fueron 9—, el PP mantendría 9, el Bloque pasaría de 2 a 4 y la Marea de 6 a 3. 

Equilibrios

Reproches de la Marea al PSOE. Los procesos internos de las formaciones marcan también la configuración de las estrategias que se verán en los próximos meses en María Pita. El gobierno local del PSOE y su principal socio, la Marea, alternan épocas de gran sintonía con otros momentos de enfrentamiento directo, principalmente por reproches del grupo de la oposición, y es previsible que antes o después el entendimiento termine por llegar a su fin, sobre todo porque el presupuesto aprobado este año previsiblemente se prorrogará en el 2023. Por su parte, el PP fue durante todo el mandato el que realizó una oposición más directa y contundente hacia la gestión del gobierno local, una línea que se podría intensificar conforme se vaya acercando la cita electoral. El BNG fue uno de los socios del Partido Socialista en el inicio del mandato y, junto a la Marea, permitió la investidura de Inés Rey. Sin embargo, el distanciamiento es progresivo y este año fueron excluidos de las negociaciones presupuestarias, además de haber protagonizado algún pequeño enfrentamiento dialéctico. 

Tareas del gobierno

Un modificativo y ejecutar el presupuesto. El gobierno local tiene por delante más de ocho meses en los que tendrá que enfrentarse a diversos retos. Uno de los más importantes será el de demostrar capacidad para ejecutar el presupuesto. Con las cuentas aprobadas desde marzo, buena parte de sus opciones de revalidar la alcaldía pasan por cumplir en este aspecto, aunque tendrá que solventar otros. Uno de ellos será la aprobación de un modificativo para recuperar la titularidad de la cárcel, un asunto en el que, a priori, no tendrá fácil encontrar apoyos, aunque una abstención del PP le serviría para sacarlo adelante. Además, el PSOE tendrá que dar un paso adelante con el nuevo contrato de Nostián, que será el de mayor cuantía del Ayuntamiento, y con la suciedad, motivo de fuerte crítica por parte de vecinos y oposición. Su posición sobre el futuro de la fachada marítima tras un año sin avanzar en su propia propuesta será otro asunto clave y que, junto con la cárcel, podría significar la ruptura con la Marea. Otras cuestiones pendientes, como la sentencia sobre el caso de Mónica Martínez —además de otras como la de la tarifa del autobús—, que también serán relevantes, aunque el fallo no se espera hasta el 2023. 

Valoraciones

La oposición, muy crítica. «Queremos rematar coas moitas actuacións e plans nos que estamos traballando para dar un impulso á cidade», explica la alcaldesa, Inés Rey, quien asegura estar «satisfeita». La regidora destaca que, pese al covid y la crisis global, «fomos quen de reactivar a cidade, de poñela en marcha outra vez, de que se desbloqueen grandes proxectos e que se atendan as obras nos barrios». El PP asegura que, «después de tres años de Inés Rey, estamos igual que tras los cuatro de la Marea» y señala la «inseguridad, la suciedad y la movilidad» como los principales problemas. «Los temas de ciudad —Novo Chuac o intermodal— han salido adelante gracias a los votos del PP y no de los socios del gobierno», que plantea un proyecto para «resolver los problemas de los coruñeses». Mientras, la Marea destaca un «moi insuficiente cumprimento» de los acuerdos políticos con el PSOE y le reclama anteponer «o interese da veciñanza aos cálculos electoralistas e de partido». Por su parte, el BNG realiza una evaluación «crítica» del mandato y culpa al gobierno local de «falta impulso». Además, destaca su «incapacidade». para dar solución «aos problemas do día a día».