«Demolieron, sí, ¿pero para qué?, ¿para una autopista? Para nada»

La Voz M. B.*+SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

06 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

A Guarda ha sido en los últimos tiempos otro de los símbolos del desmán urbanístico de Galicia. En este caso, con el poder local en el centro de la diana. A Elías Rebollar, al igual que a otros vecinos, le han demolido su vivienda por estar en suelo de protección paisajística. Una condición que no impidió que este ayuntamiento del Baixo Miño otorgara las licencias.

«Nos derriban las casas después de todo el dinero que invertimos y crean auténticos dramas personales; conozco gente que tiene que afrontar la hipoteca del inmueble tirado y pagar además un alquiler: ¿Alguien sabe lo que supone esto?», recuerda este agente inmobiliario de A Guarda que ha ejercido como uno de los portavoces del colectivo afectado.

Elías Rebollar considera que los poderes públicos ejecutan órdenes de forma insensible, sin valorar las consecuencias. «Demolieron, sí, ¿pero para qué?, ¿para una autopista? Para nada... para restaurar la legalidad urbanística», denuncia este afectado. El dueño de la vivienda de A Guarda derribada advierte de que ningún afectado por las demoliciones ha cobrado una indemnización y vaticina, indignado, que ninguno la percibirá. Las demoliciones dejan tras de sí numerosas historias personales en las que se mezcla el drama y la incomprensión de quienes sufren los efectos del derribo. En el caso de los afectados de A Guarda existe una sensación generalizada de que han sido engañados por el Ayuntamiento.

«Preguntamos en el Concello si podríamos construir antes de comprar las fincas y la respuesta que obtuvimos fue afirmativa: luego encargamos el proyecto constructivo, que lo visó el Colegio de Arquitectos; pedimos la licencia, que fue informada positivamente por el aparejador y el arquitecto municipal, y luego pasamos todos los trámites hasta que el Concello recibió una carta en la que se le advertía de una posible ilegalidad», relata Elías Rebollar. Y agrega: «¿Sabes cuál fue la respuesta municipal? No hagas caso, sigue adelante, que es todo legal». Elías Rebollar rememora todo el proceso completamente indignado y pide justicia para unos vecinos que han sido víctimas de una gestión pública negligente. «No sé qué es lo que va a ocurrir en el futuro con lo que ha sucedido en A Guarda, pero algún día tendrá que imperar una justicia que muchos creen que no llegará», concluye.