Los furtivos arrasan la costa percebeira de A Coruña, vedada al marisqueo desde hace nueve meses

CARBALLO

12 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los furtivos continúan arrasando la costa percebeira adscrita a la Confraría de Pescadores de A Coruña, una concesión que se extiende desde Mera hasta Langosteira.

Este problema está dejando sin efecto la seria y necesaria medida de vedar la costa desde el pasado mes de enero que adoptaron desde la Asociación de Percebeiros de A Coruña, adscritos al Pósito coruñés. Los profesionales optaron por esta solución ante el escaso recurso que había en las piedras específicas de la costa coruñesa.

Los profesionales también consideraron oportuno no mariscar porque que el producto que estaba creciendo lo hacía sin fuerza y era necesario dejar que las piedras se repoblasen, se formasen grupos de percebes mayores, que también creciese el mejillón, para que de esta forma el preciado crustáceo pudiese soportar los embates del mar, indicaron fuentes próximas al sector. Los mariscadores indicaron que los ilegales actúan durante todo el año, y el daño que causan es continuado, hasta el punto de que el recurso en la costa coruñesa puede entrar en peligro de extinción. Pero anuncian que estas actuaciones incontroladas y prohibidas son más dañinas en esta época del año. El problema se agudiza, ya que es ahora cuando el crustáceo está creciendo y su estructura física está blanda, según comentan fuentes próximas al sector.

La constitución frágil del crustáceo hace que sea muy vulnerable ante las acometidas del mar. Por esta razón, desde la antigüedad, los percebeiros nunca mariscaban en verano.

Con ello permitían el crecimiento del percebe, pero al mismo tiempo hacían lo propio con la mejilla y el mejillón, la escollera natural de las piñas del percebe. Este bivalvo es el auténtico protector de las comunidades de percebe, el que impide que el impacto del mar en la piedra pueda arrancar de cuajo el crustáceo.

Pero cuando bajan los furtivos a las piedras no reparan en poner la raspa o ferrada sin control: «Desguazan as pedras. O producto xa o descuartizan porque está muy mol. Pero máis grave é que tamén arrasan co mexillón e deixan a cría, se é que a deixan, sen protección e o mar arranca os alevíns», comentan profesionales del sector.