Los pescadores de Arcade exigen a la Xunta la desratización del puerto

VIGO

14 ene 2010 . Actualizado a las 15:11 h.

Los pescadores de Arcade exigen que la Xunta desratice el puerto y la lonja ya que la proliferación de roedores está causando numerosos daños. Las ratas han roído nasas y aparejos inutilizándolos y merodean por la lota, con el peligro que conlleva para la salud pública.

El presidente de la Asociación de Naseiros Alvedosa, Antonio Álvarez Freijanes, señala que se ha disparado la población de estos animales y que Portos de la Xunta debe intervenir. La cofradía de pescadores ha asegurado que Portos llevó a cabo una desratización hace algunos meses y que las repite dos veces al año.

Estas actuaciones se están demostrando insuficientes porque la capacidad de procreación de las ratas es enorme. El propio Concello de Soutomaior combate esta plaga con envenenamientos sistemáticos cada tres meses. Además, según explica el alcalde, Agustín Reguera, «cuando los vecinos nos advierten de la presencia de roedores encargamos a la empresa contratada para este fin que intervenga en las alcantarillas próximas a los lugares donde aparecen».

Parque infantil

Reguera señala que los pescadores no se han puesto en contacto con él y que espera que Portos de la Xunta actúe para erradica la presencia de estos mamíferos.

El puerto de Arcade colinda con un parque y una zona de juegos infantiles muy visitada por las familias con niños. Sin embargo, el alcalde asegura que: «no he recibido ninguna queja de que las ratas hayan merodeado por esta zona pública y eso que hay algún concejal que suele acudir allí con sus nietos».

Reguera cree que los roedores habitan en la zona de la escollera y buscan alimentarse por allí. Los restos de pescado y marisco constituyen un bocado exquisito.

«Yo creo que Portos de Galicia va a actuar y si no lo hace tendremos que desratizar nosotros», aclara el alcalde del municipio.

Las ratas son extraordinariamente prolíficas. Una hembra puede tener entre 8 y 12 camadas al año en las que alumbra como mínimo una docena de crías. En ocasiones los partos llegan a veinte animales. Esto significa que una pareja de ratas puede tener más de un centenar de descendientes al cabo del año.

Los naseiros han colocado trampas convencionales en el interior de la lonja para evitar que las ratas accedan a las piscinas de las anguilas y al marisco «Hemos capturado algunas, pero las trampas son insuficientes», enfatiza Freijanes.