Balaídos vibra mirando al pasado

Víctor López

VIGO

El cambio al clásico 4-2-3-1 encandiló a una afición que disfrutó del partido más cómodo de su equipo en este campeonato

14 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

En una situación límite, el Celta ha podido con los dos equipos con los mejores dos últimos meses de la Liga, el Girona y el Elche. Con grandes dosis de intensidad y una revisión de su discurso, el cuadro vigués ha conseguido por primera vez en esta Liga encadenar dos triunfos seguidos y romper una racha desastrosa como local donde solo han sido capaces de ganar un par de partidos en esta campaña. El regreso al 4-2-3-1, solo empleado durante 45 minutos en Huelva, le llevó a despertar al celtismo.

El nuevo de sistema

Uno de los reproches que se le han hecho a Eusebio, en toda su etapa como primer entrenador en el banquillo vigués, era el de su cabezonería con el sistema. Sin embargo, tras la valiente decisión de prescindir de Trashorras, la lesión de Michu, y con el resto de posibles fuera de combate, se decidió a realizar un cambio en su dibujo. Sacrificó su obsesión por el 4-3-3 por la idea de apostar por darle los galones a Iago Aspas en el centro. El Celta siguió teniendo más el balón que el rival. Conservó su capacidad para crear oportunidades de gol, pero además de hacerlas llegó a convertirlas.

La posición de Pedro Botelho

El Celta de su etapa dorada utilizó el mismo dibujo táctico que ayer. La gran diferencia estriba en los nombres y para ejemplo el de la banda izquierda. La reconversión de Pedro Botelho de lateral zurdo a un interior izquierdo es como si Juanfran le hubiese arrebatado el puesto a Gustavo López pero con Tomás haciéndole la cobertura.

En este equipo este simple cambio ha supuesto ganar una banda que con la ausencia de Aarón no existía. Por un lado ha ganado en consistencia defensiva, y por otro en la posibilidad de realizar desdoblamientos. En uno de esos precisamente fue en el que Roberto Lago hizo el primer gol. De haber estado algo más acertado ayer, Botelho se habría marchado con al menos un par de tantos en su cuenta personal que podría añadir al que marcó en Girona. La banda izquierda celeste marcó la diferencia y esta es una gran noticia.

El lucimiento de Aspas

Eusebio ha confiado en Iago Aspas desde el primer momento. El moañés se lo ha pagado ya con creces. Primero con la victoria al Alavés de la temporada pasada, después con la que lograron en Montilivi en la jornada anterior, y ayer logrando refrendar a su técnico en el cargo a una jornada de las vacaciones navideñas. El mediapunta del que el ex director de la cantera celeste, José Luis Molina, dijo que si fuese argentino valdría quince millones de euros, está haciendo que su cotización se dispare. Mientras le mantengan la confianza, parece que puede ser el jugador del que tanto esperaba la afición celeste que lo ha visto crecer en Barreiro.

La estrategia funciona

Y van nueve. El Celta sigue haciendo que esta estadística engorde y ante el Elche marcó su noveno tanto de estrategia de esta campaña. La falta lanzada por Iago Aspas la remató David Catalá. El central ya había sido muy importante en el tanto que Aspas le hizo al Albacete.

La estrategia a favor funcionó pero en contra también sigue cojeando el cuadro vigués. Como sucedió en Girona, el Celta recibió un gol ayer a la salida de un balón parado. Esta vez fue Martí Crespí quien aprovechó el despiste defensivo.