Ocho detenidos por un alijo de 250 kilos de coca aprehendido en un yate

VIGO

Además del barco, llevado a Vigo, la policía decomisó armas, pecés y 18 coches de alta gama en la Costa del Sol

11 ago 2009 . Actualizado a las 12:33 h.

Dos ingleses, M.?E.?M., de 41 años, y J.?E.?B., de 37, han pasado a disposición judicial en Vigo por llevar a bordo de su yate, el velero Dolphin Dance, un total de 250 kilos de cocaína. Al parecer, el juzgado de guardia de Vigo se inhibirá en favor del Juzgado número 3 de El Puerto de Santa María (Cádiz), que dirige la investigación. Según el responsable del Greco (Grupo de Respuesta Especial al Crimen Organizado) Cádiz, que coordina la operación, la droga estaba oculta bajo el cemento que sirve de lastre a la embarcación.

El velero partió de la isla caribeña de Saint Martin en junio y poco después cargó la droga en el puerto de Antioquía (Colombia). Fue abordado a 600 millas de Fisterra y a 300 de Irlanda el pasado jueves y escoltado al puerto vigués, donde arribó ayer por la mañana.

Durante la operación, denominada Snow, han sido arrestadas otras seis personas en la Costa del Sol. Ninguno de los apresados es gallego. Los detenidos son los españoles S.?R.?T., de 29 años, y C.?M.?M., de 28; el holandés F.?V.?P., de 29; el italiano D.?C.?R., de 40; el búlgaro V.?K.?M., cuya edad no ha sido facilitada, y el colombiano S.?P.?S., de 47.

Armas y ordenadores

También han sido intervenidos 18 turismos de gama alta, 300.000 euros, una moto acuática, una pistola semiautomática, un revólver, 60 teléfonos móviles, 20 equipos informáticos y numerosa documentación. La investigación se ha realizado conjuntamente con el SOCA británico (Serious Organised Crime Agency) y ha contado con la participación del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria (SVA), que empleó para el abordaje la embarcación Full Smart. En la localización y detención del velero también participaron un avión del Ejército español y otro del italiano.

Esta red trasladaba la droga hasta la costa y la almacenaba en un segundo lugar, desde donde la distribuían a otras organizaciones europeas, principalmente de Holanda. Debido a que el destino final de los envíos era el Reino Unido, la investigación se desarrolló de forma conjunta con el SOCA británico. Los agentes identificaron a los cabecillas de la organización, asentados en la Costa del Sol. Desde allí negociaban la adquisición de la droga en Sudamérica y gestionaban el transporte hasta Europa.