El crédito de Mouriño está en entredicho. Cada vez son más escasos los celtistas que creen en la capacidad del presidente del Celta de liderar un proyecto deportivo de éxito. Los dos primeros que ha encabezado han sido un fracaso. Habrá que ver si a al tercera va la vencida. La excusa no podrá ser el tiempo para hacer la planificación, ya que tiene cinco meses por delante para construir un equipo que aspire al ascenso la próxima temporada.
La prioridad de Martínez
Ramón Martínez sigue teniendo la confianza de Mouriño para confeccionar un grupo capacitado para brillar en Segunda División. El presidente alega que el año pasado no tuvo tiempo. La primera misión del director deportivo es encontrar un entrenador que reúna el perfil adecuado y que llegue con el receta del éxito en el bolsillo. Por eso el primer nombre que se ha barajado es el de Gonzalo Arconada.
Borrón y cuenta nueva
A estas alturas está claro que los jugadores que van a seguir en la plantilla de los que están actualmente en el equipo no serán más de ocho o diez. La clave por tanto será acertar a la hora de reforzarse. La idea será no caer nuevamente en los mismos errores.
Expertos en la categoría
La plantilla de esta temporada tenía muchos jugadores demasiado jóvenes, otros con más experiencia en Primera que en Segunda, e incluso alguno que ni siquiera conocía el campeonato español. La próxima temporada el Celta buscará futbolistas que hayan demostrado ser válidos en Segunda. La mayoría de los futbolistas de los equipos que ascienden año tras años suelen ser expertos en la división de plata. Del perfil de futbolistas tendrá mucho que decir el nuevo entrenador, que marcará la directrices que estilo juego que quiere implantar.
Plantel equilibrado
Ha sido otro de los errores competidos esta temporada. Algunos puestos estaban atados con alfileres, como el lateral derecho, el medio centro defensivo y las bandas. Ramón Martínez tiene la misión de buscar dos jugadores de garantías por demarcación.
La cantera
Una segunda temporada consecutiva en Segunda División y teniendo en cuenta cual es la economía del club obligará a dar salida a más futbolista de categorías inferiores. Si hay jugadores válidos en el filial tendrán su oportunidad de demostrarlo en el primer equipo. Futbolistas como Richi, Dani Abalo y Goran Maric, entre otros, pueden pasar a formar parte de la primera plantilla.
La limitación económica
Las ideas pueden ser las adecuadas, pero permanecer un año más en Segunda supone que el club tenga que atarse más el cinturón, lo que limitará la capacidad de traer a determinados jugadores que pidan una ficha alta o cuyo traspaso sea inaccesible. Ni siquiera lo que Mouriño pueda insuflar de su bolsillo dará para muchas alegrías en la actual situación porque los ingresos serán muy reducidos,