Juan Ramón López Caro ofreció ayer una imagen abatida. Mantuvo el discurso de siempre defendiendo a sus futbolistas pero daba la sensación de que sus horas al frente del equipo pueden estar contadas. Al cuestionarle por su continuidad en el cargo dijo que «no es mi problema. Eso corresponde a otros. Quiero seguir hasta el último día con la mejor disposición».
Y así lo hizo porque en sus palabras de ayer no hubo crítica hacia sus jugadores de los que defendió su actitud y solo les puso el pero de terminar con nueve en el campo. «El partido era para nosotros importantísimo. Veníamos con una enorme ilusión y cuando uno no cosecha lo que quiere es un palo en lo anímico pero somos profesionales y sabemos que tenemos que apelar al orgullo, la dignidad y mirar con optimismo el próximo partido», comenzó diciendo. Al hablar del rival también elogió a los suyos. «Al Xerez hay que felicitarlo porque ha hecho un trabajo extraordinario. Estoy seguro de que si hubiésemos definido en alguna de nuestras oportunidades se hubiese visto otro partido. Al equipo en cuanto a actitud no se le puede decir nada. Es verdad que tenemos que corregir los detalles de las expulsiones que nos han roto los esquemas». Insistió en su defensa de la imagen de sus jugadores. «Particularmente pienso que no se les puede recriminar nada. Seguramente habré visto otro partido porque para mi en la primera parte ha habido alternancia en el dominio de balón. Hemos tenido muchas opciones de hacer gol. Hemos llevado la iniciativa del juego. En la segunda parte tuvimos una opción de gol de Lucas que no pudo definirse».
En su particular visión del partido vio numerosas oportunidades de gol. «Cuatro o cinco ocasiones para materializarlas. Llegó esa falta al borde del área y tuvieron precisión para definirla. Después un Xerez muy conservador y nosotros con mucha impaciencia y asumiendo riesgos. Las dos expulsiones nos han destrozado para llegar al final con la frescura y las herramientas necesarias para hacerle daño». Por último habló de las opciones ahora casi remotas de ascenso aunque no desde su prisma. «Tenemos que pensar en partido a partido y apelar a los valores de este grupo. Desde la unidad hay que pensar en ganar. Queda un mundo pero estamos muy por detrás de los coches que van delante y esos van a un buen ritmo».