La primera victoria fuera del casa del Celta llegó de la forma más inesperada, ya que a un minuto del final el filial iba perdiendo y en el tiempo de prolongación le dio la vuelta al encuentro.
El Santa Brígida y su afición acabaron enfadadísimos con el colegiado por el desenlace del partido, primero porque le anuló dos gol a su equipo y después por el penalti que señaló a favor del Celta B, que estimaron que era fuera del área.
Fue un final de infarto, aunque durante los noventa minutos el equipo que más méritos hizo para llevarse algo positivo fue el vigués. En los primeros minutos los de Alejandro Menéndez pudieron adelantarse en el marcador, pero estuvo más certero el equipo local en su primera llegada clara, en la que Gustavo no perdonó.
Los canarios se encerraron para defender su ventaja y cedieron la posesión a los celestes.
La taquicardia final comenzó con el gol anulado a Sergio por falta del delantero. En el minuto 90, una falta botada por Richi la aprovechó Iago Aspas para poner la igualada en el marcador.
Decisiones polémicas
No se conformaron los célticos, aunque fue el Santa Brígida el que marcó en un contragolpe por mediación de Jeffrey, que a instancias del asistente estaba en fuera de juego.
Del posible 2-1 se pasó al 1-2 gracias a un penalti transformado por Richi y que había sido cometido a Dani Abalo, posiblemente fuera del área.
Con esta victoria los vigueses se alejan ya seis puntos de los puestos de descenso directo y cinco del de promoción.