El bigoleador del domingo en Balaídos, nuevo ídolo de la afición, asegura que eligió el dorsal once que llevaba Gustavo López de casualidad, «porque estaba libre»
25 sep 2007 . Actualizado a las 02:13 h.Ioannis Okkas (Chipre, 1977) se erigió en héroe celeste el domingo al marcar los dos goles de la victoria sobre la Unión Deportiva Las Palmas. Primer partido en Balaídos y ya se ha ganado el cariño de la afición, no sólo por las dos dianas sino por la actitud que mostró en el terreno de juego animando continuamente a sus compañeros y esforzándose al máxima por luchar cada pelota. No lleva en Vigo más que un par de semanas, pero ya es capaz de chapurrear expresiones en español. La conversación con él transcurre en inglés y durante la entrevista muestra su carácter afable.
-Seguro que ni en sus sueños más dulces ha podido imaginar un debut tan bueno...
-Estoy muy contento con mi debut, pero el mérito no es mío sino de mis compañeros que me pusieron buenos balones para rematar. Todo el mundo me está ayudando mucho.
-¿Y cómo un jugador que no tiene una gran estatura va tan bien de cabeza como usted?
-Es cuestión de ganar la posición, pero tan importante como eso es sobre todo que alguien te ponga un buen balón para poder rematarlo bien y Jorge sacó muy bien la falta. Casi tuve sólo que poner la cabeza.
-¿Y en el segundo gol como consiguió golpear el balón en una posición tan difícil?
-Es uno de los goles más bonitos que he metido, la verdad. Un delantero tiene que intentar siempre darle al balón como sea, y muchas veces te sale mal, pero esta vez fue por dentro.
-Al ver que el balón entraba se echa las manos a la cabeza, ¿no se lo creía?
-No, no, qué va, no es eso. Era una señal de alegría.
-¿Cómo nos explicamos que un jugador como usted estuviese libre a final de agosto?
-Después de tres años en Olympiakos terminó mi contrato. Hubo clubes de Alemania, Austria. Bélgica y Grecia interesados. Me lo estaba pensando, pero cuando llegó el Celta no lo dudé porque era una gran oportunidad de poder dar el salto a la Primera División, que es la mejor Liga del Mundo.
-¿Y cómo ve la Segunda División española?
-Todos los equipos juegan muy fuerte. Se ve una gran igualdad y todos los equipos son capaces de ganar a cualquier rival. El último puede superar al primero. Eso es bueno para que haya emoción.
-¿Se ve jugando en Primera el año que viene con el Celta?
-Es mi gran deseo y el principal objetivo del equipo, el ascenso.
-¿Había oído hablar del Celta antes de que le llegase la oferta?
-Es un equipo muy famoso. En Grecia y en Chipre se sigue de cerca la liga española. Es tan conocido como puede ser el Madrid o el Barcelona.
-En un día ya se ha convertido en ídolo de Balaídos...
-Fue emocionante oír como la afición coreaba mi nombre desde la grada en mi primer partido en Balaídos. No sé lo que decían, pero estoy muy contento con como me han recibido. Quiero agradecérselo.
-¿Le sorprende que la afición no sea tan caliente como en Grecia?
-Allí la afición anima mucho, es cierto, pero creo que si seguimos ganando partidos vendrá más gente a los partidos a apoyarnos.
-¿Sabía que lleva usted el número once de Gustavo López, que era el jugador más querido por el celtismo?
-La verdad es que no lo sabía. Es un jugador extraordinario. Escogí el número porque estaba libre y me gustaba. Lo de menos es el dorsal, sino intentar ayudar el máximo al equipo.
-No lo ve como una responsabilidad entonces...
-No quiero ser ningún ídolo, he venido a ayudar.