La Guardia Civil de Cuntis lo descubrió con dos mecheros y una linterna tirados en el suelo en su coche y una agente forestal fue testigo de cómo prendió un fuego
Aunque con menor intensidad, el fuego, que ha devorado ya 450 hectáreas, sigue amenazando varias aldeas, mecido por el viento. Una chatarrería resultó completamente arrasada por la noche, y una empresa metalúrgica se salvó por un suspiro