FÚTBOL SALA
El técnico celeste mantiene la esperanza y recuerda que «aún nos quedan muchos enfrentamientos directos» Los juveniles del Viveiro atraviesan una preocupante crisis de resultados. Han perdido buena parte de la autoridad y el respeto que se habían ganado en anteriores campañas y por primera vez desde que llegaron a la liga gallega les asusta el descenso de categoría. Manolito, su técnico, admite sin rubor que su equipo carbura peor que nunca, pero mantiene intactas sus esperanzas porque «todavía nos quedan muchos enfrentamientos directos», recuerda. En juego quedan 27 puntos y su obsesión es sumar 15 de ellos para evitar el fracaso. El cuadro celeste perdía el sábado por 7-1 en el campo del Montañeros.
I. M. B.