El primer bebé gallego del año llegó con 15 días de adelanto

redacción / la voz

SOCIEDAD

<span lang= es-es >El primero en España, con la primera campanada</span>. Nació en Ceuta y se llama Fátima. Sus padres están parados.
El primero en España, con la primera campanada. Nació en Ceuta y se llama Fátima. Sus padres están parados. reduán < / span>efe< / span>

Xian nació en Vigo a las 00.30 horas y siete minutos después lo hizo Amaro.

02 ene 2012 . Actualizado a las 20:13 h.

Fátima nació en Ceuta con la primera campanada del año y Diana en Mollet del Vallés (Barcelona) con la segunda. Son los primeros bebés del 2012 nacidos en España. Para el primero de Galicia no hubo que esperar mucho. Xian Rodríguez Viñas, de 3,450 kilos, vino al mundo en Vigo justo a las doce y media, mientras que siete minutos después lo hacía en Santiago Amaro Vázquez Miguens, de 4,280 kilos. Algo más, aunque no mucho, hubo que esperar para el tercero, la ourensana Miranda Blanco del Río, que vio la luz a la 1.05 horas con un peso de 2,820 kilos.

Xian Rodríguez Viñas nació mucho antes de lo esperada. Su llegada al mundo estaba prevista más allá del día 15, pero se adelantó justo cuando sus padres, de Cangas, iban a empezar la cena en una casa de turismo rural en San Adrián de Cobres, que habían alquilado para acoger a los 20 miembros de la familia. «Ya estaba la mesa puesta cuando rompí aguas y tuvimos que salir al hospital», explica la madre, Olalla viñas, ya recuperada tras dar a luz de forma muy rápida, natural y sin ningún problema en la Clínica Pintado. Xian ya tiene un hermanito, aunque su madre tiene más, seis.

Justo el caso contrario fue el de Amaro Vázquez Viguens. Tenía que haber nacido a finales de diciembre, pero se retrasó y vino en el año nuevo. «Fíxose o remolón e quixo nacer en xaneiro», señala su madre, Ana Miguens, de Taragoña (Rianxo), al igual que su marido, Plácido Vázquez. Ana tampoco da importancia al hecho de que, por muy pocos minutos, su vástago no haya sido el primero de Galicia. «O feito de que sexa o primeiro ou non -dice- non ten maior importancia. O caso é que o neno estea ben». Y Amaro nació sin ningún problema.

La que también se adelantó fue Miranda Blanco del Río, la ourensana a la que no se la esperaba hasta el día 11, pero que obligó a sus padres a quedarse sin la cena de fin de año. Su madre, Aurora, sintió molestias y a las nueve de la noche del 31 decidió pasarse por el hospital para descartar cualquier complicación, aunque tanto ella como su marido, José Antonio, esperaban poder regresar para tomar las uvas. A cambio, nació su hija.