Cierra la JMJ diciendo que en España es posible progresar sin renunciar al catolicismo
22 ago 2011 . Actualizado a las 14:47 h.«Seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguir a Jesús en solitario. Quien cede a la tentación de ir por su cuenta o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo, o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él». Este es principal mensaje que envió ayer el papa en la homilía de la multitudinaria misa que ofició en el aeródromo de Cuatro Vientos y que puso fin a los actos masivos que el pontífice ha protagonizado en la Jornada Mundial de la Juventud.
Ante un millón y medio de feligreses, según cifraron los organizadores -algo menos que en la vigilia de la noche del sábado, que se aproximaron a dos millones, según sus informaciones-, Benedicto XVI hizo un llamamiento a los jóvenes para que se vinculen a la estructura de la Iglesia y no sigan a Dios por su cuenta. Consciente de que hay numerosos fieles que, aunque se dicen creyentes, no cumplen con muchos de los preceptos de la Iglesia, el pontífice hizo en su homilía una férrea defensa de la institución que preside.
El obispo de Roma indicó a los asistentes que es fundamental que «participen en la eucaristía cada domingo, en la recepción frecuente del sacramento del perdón y en el cultivo de la oración y meditación de la palabra de Dios». Insistió en que los católicos no pueden ir por libre y en que si aspiran a encontrar a Cristo, deben forzosamente comulgar con lo que predica la Iglesia y seguir la normas y las pautas de conducta que impone.
«La Iglesia no es una simple institución humana, como otra cualquiera, sino que está estrechamente unida a Dios», Y añadió: «No se puede separar a Cristo de la Iglesia, como no se puede separar la cabeza del cuerpo».
Además, el pontífice pidió a los jóvenes que «no se dejen seducir por las falsas promesas de un estilo de vida sin Dios», y que se esfuercen en difundirlo a otros. Para ello, los animó a que formen parte de las parroquias, comunidades y movimientos. «No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás. Por tanto, no os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe [...]. También a vosotros os incumbe la extraordinaria tarea de ser discípulos y misioneros de Cristo en otras tierras y países», subrayó.
Despedida en Barajas
Los cuatro días de visita oficial tuvieron su cierre por la tarde con un pequeño discurso de Benedicto XVI en el aeropuerto de Barajas antes de subir al avión que le devolvió a Roma. Ante los Reyes de España, que también acudieron a despedirle, el líder de los católicos aseguró que España puede superar los problemas que sufre si recurre a su fe religiosa.
«España es una gran nación que, en una convivencia sanamente abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica. Lo ha manifestado una vez más en estos días, al desplegar su capacidad técnica», dijo en referencia a lo vivido en la JMJ.
Y concluyó sus intervenciones con una nueva indirecta al Gobierno: «Quisiera asegurar a los españoles que los tengo muy presentes en mi oración, rezando especialmente por los matrimonios y las familias que afrontan dificultades de diversa naturaleza», manifestó en clara referencia al matrimonio homosexual, en vigor en España desde el 2005 y que no aprueba el Vaticano.