«A Cayetana le he dado alegría e ilusión»

Carlos Montes

SOCIEDAD

El novio de la duquesa de Alba asegura que uno de los hijos le advirtió por teléfono que la boda era un disparate

26 mar 2009 . Actualizado a las 09:04 h.

La revista ¡Hola! ofrece esta semana una de las exclusivas más perseguidas por la prensa del corazón en los últimos tiempos. Alfonso Díez, el novio de la duquesa de Alba, habla por primera vez de su relación con una de las mujeres más ricas del país. «A Cayetana creo que le he dado alegría, ilusión y ganas de seguir comiéndose el mundo», asegura.

Alfonso Díez (Palencia, 1950), funcionario, empresario y soltero empedernido, cuenta cómo fue la propia Cayetana Fitz-James Stuart (Madrid, 1928) la que decidió, ante la conocida oposición de sus hijos al enlace, suspender la boda prevista entre ambos.

«Cayetana a mí no me dijo ''no hay boda''. Lo que me dijo fue que qué me parecía si la aplazábamos. Le respondí: me parece estupendo», confiesa Alfonso Díez, que explica que a la duquesa «todo se le vino encima» por «la presión en la que se vio envuelta».

Díez disculpa a Cayetana. La duquesa sufría, asegura, un disgusto muy grande por la forma en la que habían reaccionado sus hijos. Al parecer, antes del verano pasado, algunos de los hijos de la duquesa, como Eugenia y Jacobo, dieron el visto bueno al tercer enlace de su madre; pero otros, como Cayetano o Carlos, se opusieron férreamente.

«Nadie sabe lo que ha pasado esa mujer en este año -insiste Alfonso Díez-. Otra persona que no tuviera la naturaleza y la fuerza interior que ella tiene no lo hubiera aguantado». El reportaje ocupa siete páginas y está ilustrado con fotografías de Alfonso Díez en su residencia madrileña.

Díez también se muestra muy comprensivo con los hijos de Cayetana, aunque ahora dice sentirse algo molesto con ellos. «Al principio yo les entendía, pero después ya no me lo explico tanto, porque estamos hablando de su madre y desde que hemos empezado a estar juntos es una mujer con ilusión». Afirma que ha logrado hablar con uno de ellos, «pero por teléfono». No revela el nombre de su interlocutor, aunque confiesa que este quería saber cómo Cayetana y él habían llegado a pensar en una futura boda. «Me decía que era un disparate lo que estábamos haciendo a estas alturas y el que su madre se volviera a casar. Le respondí que, principalmente, ese asunto con quien tenía que hablarlo era con ella», zanjó Díez.