Un instituto de Valencia instala cámaras para evitar gamberradas

SOCIEDAD

El consejo escolar aceptó la medida, ?que incluye un torno con apertura dactilar para evitar los novillos

05 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El instituto valenciano de Abastos ha instalado cámaras en diferentes estancias del edificio, un complejo que acoge a 1.300 alumnos y 140 profesores. El objetivo es evitar los robos de material ?-especialmente informático y audiovisual- y otros desperfectos, que el año pasado le supusieron al centro 5.000 euros en arreglos.

Aunque la medida fue aprobada por el consejo escolar ?-con los votos a favor de los cuatro estudiantes que representan al alumnado-, el Sindicato de Estudiantes denunció la instalación de las cámaras y ahora la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) está analizando la situación, para saber si se respeta la intimidad de los menores. Lo que ha levantado más polémica es la colocación de los dispositivos en dos de los 24 baños de chicas, que captan escenas de la zona común; en el de varones no se han instalado porque carecen de cabinas que garanticen la mínima privacidad de los adolescentes. El director del centro se defendía ayer recordando que los baños femeninos estaban inutilizados por los destrozos que habían sufrido el curso anterior, y ahora en cambio se mantienen en perfectas condiciones.

Junto a la colocación de las cámaras, en el centro valenciano se está probando un sistema de control de acceso y salida. Se trata de un torno que se activa al posar el dedo, leyendo la huella dactilar. Dicen que en dos semanas estará funcionando y evitará que los alumnos menores de edad hagan novillos.

El Sindicato de Estudiantes se muestra totalmente contrario a estas medidas y exige la dimisión del director del centro, ya que lo acusan de convertir el IES «en una prisión», porque trata a los alumnos como a «delincuentes». Ahora habrá que esperar a la respuesta de la AEPD, que teme que tanto la utilización de la huella dactilar como medio para controlar el acceso de los alumnos como la colocación de cámaras en zonas como los baños del centro «puedan resultar desproporcionadas e intrusivas para la privacidad de los alumnos» y contrarias a lo dispuesto en la Ley Orgánica de Protección de Datos 15/1999.