Entre chapuzón y chapuzón en las playas de Covas, la presentadora se ha metido a regatista para promocionar Spinnaker, la cuarta Semana Náutica de Ferrol
10 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Paloma Lago se pasea estos días por el puerto de Ferrol de una manera muy distinta a como solía hacerlo sobre la pasarela o frente a las cámaras de televisión. No lleva tacones de aguja, ni vestidos de lentejuelas, pero aún así las cabezas se giran para fijarse en ella. Vestida de regatista -con unas sencillas bermudas blancas, polo rojo y deportivas-, la presentadora sigue atrayendo miradas. Este fin de semana se ha embarcado en un velero para participar en una de las regatas de Spinnaker, la cuarta Semana Náutica de Ferrol, que organizan en el muelle de Curuxeiras sus hermanos Ana y Federico Pérez-Lago.
-¿Qué la ha traído a Spinnaker, trabajo o diversión?
-Las dos cosas. Por una parte, he hecho un parón en las vacaciones que estoy pasando aquí, en Ferrol, para trabajar en Spinnaker. Pero, al mismo tiempo, es diversión, porque en este encuentro estoy participando como miembro de una de las tripulaciones de la Regata Pro-Am, y a mí me encanta la vela.
-De hecho, de usted dicen que es una gran deportista...
-La verdad es que me gustan todos los deportes en general y, sobre todo, los más competitivos, porque me atrae mucho ese ambiente de tensión y emoción sana que se crea entre rivales. Además de vela, practico golf, monto a caballo y juego al pádel.
-¿Qué echa de menos cuando está lejos de Galicia?
-Los percebes, que están buenísimos... Y también el clima. La gente de aquí a veces no se da cuenta, pero poder dormir a gusto por las noches en verano es una suerte. Además, a mí me encanta que un día haga bueno y otro no. Por lo demás, no puedo echar de menos muchas más cosas, porque, por suerte, vuelvo a mi tierra con frecuencia.
-Y más desde que tiene una casa en Covas (una parroquia de Ferrol), ¿no?
-La verdad es que nunca he tenido problemas para venir, porque aquí tengo muchísima familia, pero sí es cierto que una casa te da independencia. Además, a mí me encanta volver a Covas, porque es donde he pasado las vacaciones desde que era pequeña. Y no ha cambiado nada.
-Al no salir en televisión, algunas personas le han perdido la pista. Sáquenos de dudas: ¿en qué trabaja en estos momentos?
-Ahora soy la responsable de imagen y relaciones públicas de Pinko, que es una firma italiana de ropa con la que me siento muy identificada. Dentro de poco me iré a Italia para supervisar el trabajo de la próxima colección y además tengo que preparar mi vuelta a televisión.
-Así que después de algunos años ausente vuelve a la pequeña pantalla...
-Pues sí. Un día de estos me voy a volver a colar en los hogares de la gente. Dentro de muy poco daré la sorpresa y volveré a televisión.
-¿No puede dar más pistas?
-No muchas más, porque el factor sorpresa es muy importante en este mundo. Forma parte de mi trabajo.
-Pero... ¿Será de presentadora? ¿O tal vez como actriz?
-El tema de la interpretación no entra en mis planes, pero en un futuro todo podría ser.
-Entonces será de presentadora...
-Lo único que puedo decir es que cuando una persona recupera una faceta que ya descubrió en el pasado es porque le apetece. Yo regreso a la televisión por eso y porque creo que ya ha llegado el momento de volver.
-¿Le gusta lo que ve por la tele hoy en día?
-Creo que la televisión de ahora es más saludable. Y pienso esto porque, después de estar mucho tiempo relegado, parece que el entretenimiento vuelve a tener protagonismo. Me refiero a programas como Identity , Tú sí que vales o Díselo bailando , que son programas blancos, dirigidos a todos los públicos y con los que la gente puede pasar un rato agradable. Al fin y al cabo, además de para informar, la televisión está para eso, para entretener.
-Empezó en su profesión de veinteañera y ahora va por los....
-Tengo 41 y la verdad es que me siento igual que a los 20. Una mujer de 40 años puede estar estupenda y, además, los 40 de ahora no son como los de antes. De todas formas, yo soy contraria a hablar de la edad, porque creo que vivimos en una sociedad en la que damos demasiada importancia a los años.
-¿Igual que al físico?
-Sí, sí. Igual. Y eso crea obsesiones que no son nada buenas.