Galicia contamina 1,5 veces por encima de su capacidad ecológica

La Voz

SOCIEDAD

23 oct 2007 . Actualizado a las 12:41 h.

España y los españoles viven por encima de nuestras posibilidades en términos ecológicos. Están endeudados con la naturaleza, a la que se exprime muy por encima de sus capacidades de recuperación y recarga. En concreto, casi tres veces más (2,6) lo que es capaz de soportar a medio y largo plazo. Es el nefasto veredicto que emite el informe La huella ecológica como elemento de valoración integrada de la sostenibilidad del desarrollo , presentado ayer por Antonio Serrano, secretario general para el Territorio y la Biodiversidad.

La huella ecológica es un indicador de sostenibilidad ambiental global que empezó a calcularse en todo el mundo hace una década. Fija el número de hectáreas de superficie que se necesitan para producir los recursos necesarios para sostener a una población determinada, y también la capacidad de ese territorio de regenerarse y aguantar la contaminación y los residuos antes de colapsar. La biocapacidad española es de 2,43 hectáreas por habitante -en Galicia de 4,40-, pero en el 2005 el índice de consumo de recursos y de contaminación estaba ya en el equivalente a 6,4 hectáreas, es decir, casi el triple. Significa que este país consume y contamina casi tres veces más de lo que debiera, 2,6 veces por encima de su biocapacidad. En otros términos, su nivel de insostenibilidad es del 260%, nada menos. Significa también «que la biocapacidad del territorio español es deficitaria y tiene que importar recursos del exterior», explicó Serrano. Aunque esa relación huella /?capacidad (2,6) es negativa, España está todavía lejos de la media europea (4,7) y de otros países como Estados Unidos y Japón (4,7).

Por comunidades, las menos sostenibles son Ceuta (41,9) y Melilla (38,7), seguidas de Madrid (19,9) y Canarias (10,4). Las más ecológicas, por el contrario, son Extremadura (0,8) y Castilla y León (0,7), que castigan su territorio por debajo incluso del punto de equilibrio, que es uno. En esta relación Galicia no sale mal parada, ya que su índice es de 1,5, y aunque significa que contamina y gasta recursos 1,5 veces más de su capacidad de reposición, es la quinta comunidad con el saldo más positivo.

En cambio, si el criterio se ciñe solo a la huella ecológica, expresada en el número de hectáreas necesarias para mantener a un individuo, en Galicia se necesitan 6,40 hectáreas, por encima de la media nacional. O lo que es lo mismo, el consumo de los gallegos requiere seis veces más de la capacidad del territorio. Este dato negativo se compensa, sin embargo, por su biocapacidad, o capacidad de recarga de los recursos naturales.

Superficie urbanizada

En general, las regiones más insostenibles son las que tienen «mayor superficie urbanizada y mucho suelo potencialmente urbanizable, y fuertes crecimientos previsibles en esa urbanización y en la huella ecológica», dijo Serrano. El responsable del Territorio y la Biodiversidad aventuró que la huella ecológica española seguirá creciendo hasta el 2020 previsiblemente, aunque las políticas correctoras adoptadas hasta ahora y en el futuro podrían revertir la situación a los valores del 2004 en el mejor de los casos.

En el mundo, la huella ecológica era en el 2002 del 1,3. Es decir, que hace un lustro se necesitaba casi un planeta y medio para satisfacer las necesidades de consumo y soportar la carga contaminante de la población mundial, y esa ratio ha empeorado, fundamentalmente en Europa, Japón y Estados Unidos.