Abastos 2.0 comenzó su andadura el pasado mes de diciembre en seis casetas del exterior del recinto de la Praza de Abastos de Santiago. Su apuesta empresarial tiene un claro compromiso con el recinto en el que está enclavado. tal es la vinculación «que todos los productos son de la plaza, desde el vino hasta el agua y la cerveza. Y, por supuesto, los productos para la elaboración de las tapas y menú», apunta Marcos Cerqueiro, uno de los promotores del establecimiento de hostelería junto a Iago Pazos.
La puesta en marcha de esta idea surgió al unir los dos proyectos empresariales de Marcos y Iago. El primero quería sacar adelante un «taller de cocina y Iago tenía en mente un bar de tapeo. Los dos pensamos en el mismo local y solo tuvimos que unir las ideas». Marcos y Iago estudiaron hostelería juntos en el IES Compostela. Después siguieron caminos diferentes. Marcos inició estudios de Económicas y Iago siguió Turismo en A Coruña.
En la apuesta por la hostelería tenían claro que tenía que ser «novedoso e innovador, tener un toque simpático y atractivo y creo que el local está cumpliendo con nuestra idea». En Abastos 2.0 se ofrece «una cocina elaborada con un toque nuevo, siempre utilizando los productos que hay en la Praza y aprovechando el pescado del día». Los que acuden a tomar una tapa pueden «tapear y probar cosas distintas cada vez». Pero también se puede ir a comer a mediodía o a cenar por la noche «siempre previa reserva, porque tenemos que comprar cada día y no trabajamos con nevera, lo que se sirve es del día», aclara Marcos, que considera que esta es una de las diferencias que marcan claramente a este local y lo separan de lo que hasta ahora había en la ciudad. En el local solo hay una mesa para doce comensales, que por un precio de entre 15 y 18 euros pueden degustar un menú del día. La fidelidad con la Plaza es tal que, al igual que el recinto del mercado, tampoco abre el domingo.
Aunque solo tienen la experiencia de unas pocas semanas, Marcos se mostró satisfecho con la respuesta obtenida hasta ahora. «Es una propuesta arriesgada por el momento en el que estamos, pero es novedosa e innovadora; tenemos página web y viene gente a vernos ya de fuera de Santiago, que nos descubrieron en Internet. Vino gente de A Coruña, Vigo y también de Asturias». Por ahora es el inicio y reconoce que «es duro», pero está seguro en su propuesta innovadora.