El nuncio del Papa en España, Renzo Frattini, inaugura hoy junto a Julián Barrio una calle dedicada a Juan Pablo II
02 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La Iglesia compostelana tendrá que redoblar sus esfuerzos para atender el chaparrón de actividades extraordinarias que generará el año santo a lo largo de los próximos doce meses. Y lo hará con una nómina de sacerdotes en plantilla con un récord histórico negativo, ya que desde hace un año el número de sacerdotes que deben atender las más de mil parroquias santiaguesas ha descendido de seiscientos, y se ha situado en torno a los 590. Una referencia para comprender el problema vocacional y generacional con el que se encuentra la diócesis: en el año santo del 93 había 750 sacerdotes, y a comienzos de la década de los 70 se alcanzó el techo con 1.100.
Muchos de los que ahora ejercen estaban el jueves en la praza de A Quintana arropando al arzobispo Julián Barrio durante la ceremonia de apertura de la Puerta Santa. Y lo mismo ocurrió el día anterior en la tradicional ceremonia de Traslación. Precisamente el día 30 estaba marcado en rojo en la agenda religiosa compostelana pues varias fuentes había señalado esa fecha para hacer público el nombre del esperado obispo auxiliar. Pero no fue así. Don Julián sigue solo como cabeza visible de la Iglesia gallega, al menos de momento.
Sospechas fundadas
Uno de los motivos que hizo pensar que el nombramiento tendría lugar en torno al final del año es la presencia en Santiago del nuncio del Papa en España. Renzo Frattini, que participó activamente en los actos de A Quintana leyendo una carta de Benedicto XVI, también tendrá un acto público hoy en el barrio de As Cancelas, donde tiene previsto inaugurar junto al arzobispo y al alcalde una calle dedicada a Juan Pablo II. Se trata de la avenida que cruza la nueva urbanización en la que se está construyendo un centro comercial y donde recientemente se ha inaugurado un parque público para disfrute de la ciudad.
Las quinielas siguen, y aparecen nuevos nombres, a pesar de que miembros de la comunidad religiosa ya daban por hecho el nombramiento, sin revelar la identidad de la persona que ayudará a Barrio a sobrellevar la actividad del año santo.
Lo que ya no se espera que se anuncie es la visita del Papa a Santiago en los próximos meses. Es cierto que el Vaticano no ha dicho no, lo que deja ciertas esperanzas, pero resulta difícil creer que a estas alturas exista un hueco en la agenda papal, ni siquiera por unas horas. La posibilidad, de existir, habría que encajarla en el marco de la visita a Fátima (Portugal) el día 13 de mayo.