Las rías se quedan pequeñas para los megayates gallegos

SANTIAGO

10 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Fabricados en las Rías Baixas, pero capaces de cruzar el océano. Un megayate de 40 metros de eslora y una réplica exacta de una goleta que a principios de siglo rompió todos los récords de navegación son sinónimo de lujo; dos caprichos que se han gestado en el astillero Factoría Naval, a través de su filial Marin LuxurYachts y que en pocas semanas pasarán a manos de las casas armadoras por 12 y 10 millones, respectivamente.

Con ocho habitaciones en su interior y 42 metros de eslora, la goleta Elena luce un aspecto clásico con lámparas originales de 1910. Su tripulación daba ayer los últimos retoques antes de salir a las pruebas de navegación. «Está preparada para competir y que se note el balanceo del mar», explicaba el capitán del buque.

Al otro lado del muelle, el clasicismo y la historia de la embarcación Elena se torna en un megayate con sistema de estabilización estática, garajes para dos lanchas rápidas, grúas laterales para motos acuáticas y tres pisos de habitaciones. «Nos falta darle la capa de brillo al casco y una mano más al suelo», señalaba el director general del astillero, Óscar Iglesias, en la cubierta del buque que en quince días surcará el Mediterráneo a las órdenes de un conocido personaje italiano, del que Iglesias no desveló su nombre, pero que tendrá que desembolsar más de 64.000 euros cada vez que quiera arrancar su megayate gallego.