El informe pide que se estudie la capacidad de los colectores «tendo en conta o déficit existente»
24 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.La Consellería de Medio Ambiente emitió un documento de referencia para la evaluación ambiental del desarrollo urbanístico del que será el nuevo Ensanche de Santiago. Con una extensión de aproximadamente 115 hectáreas, el Ensanche Norte está llamado a ser la gran reserva residencial de Santiago y con una disponibilidad de suelo para la construcción de hasta 7.832 viviendas, con una densidad residencial media de 60 viviendas por hectárea y una previsión de espacios libres de 35 hectáreas. Esta nueva ciudad abarca más concretamente los suelos de Mallou, As Cancelas-A Muíña, Amio Norte y Amio Sur.
Pero su desarrollo no estará exento de dificultades ni de largos trámites burocráticos. Para empezar el documento de Medio Ambiente ya pone sobre la mesa, la necesidad de disponer de informes ambientales para cada uno de los suelos y fija, para ello, doce variables a tener en cuenta con un total de hasta 28 criterios. Dentro de la variable, la que corresponde al ciclo híbrido, fija como uno de los criterios que debe estar garantizado es el de los sistemas de abastecimiento y saneamiento en función de la demanda estimada por la previsión de desarrollo urbanístico. En el documento se le indica al Concello que «estudarase a capacidade dos colectores previstos nesta zona: o de Cancelas-A Muíña e o de Amio Sur, tendo en conta o déficit existente ata o momento e a previsión de plena ocupación para as novas áreas residenciais». En el desarrollo de los suelos tiene que hacerse una propuesta de «un sistema de saneamento definido, co emprazamento das instalacións necesarias y a reserva do solo» y se indicará también el destino de los vertidos de aguas residuales y el tratamiento, con el fin de garantizar la calidad de las aguas.
Medio Ambiente propone, ante la densidad de población que previsiblemente residirá en el Ensanche Norte, que se fijen criterios para garantizar la no exclusión, favorecer la cohesión social y valorar previamente las necesidades asistenciales, sociales, educativas y de ocio. Se propone que favorecer la participación ciudadana en la toma de decisiones del Concello.