Daniel González acaba de cumplir 18 años y estará en el Colexio de Fonseca
25 feb 2008 . Actualizado a las 11:53 h.Cuando se cumplen los dieciocho años se abre la puerta de la mayoría de edad, y con ella numerosas experiencias nuevas que pasado el tiempo ya no se disfrutan con la misma intensidad. Quién no recuerda la primera vez que pudo ejercer el derecho al voto, el momento de sentirse parte activa de una democracia y de poder decidir, a pequeña escala, eso sí, sobre el futuro del país.
A Daniel González Fernández le ha llegado ese momento. Es uno de los miles de jóvenes que cumplidos los dieciocho acceden a este derecho en todo el país, pero además, y con su mayoría recién estrenada el pasado 14 de noviembre, su responsabilidad en las próximas elecciones del 9 de marzo va a ir mucho más allá de introducir la papeleta en la urna.
Ha sido designado presidente de la mesa electoral del Colexio de Fonseca, en el casco histórico, por lo que será casi con total seguridad el presidente más joven de Santiago, y el encargado de abrirla, cerrarla, vigilar que todo suceda bajo los parámetros de la normalidad y comprobar que todos los recuentos de votos de los vocales y los representantes de los partidos coinciden. Aunque aún le faltan un par de semanitas para sentarse al frente de las urnas, ya le ha echado un vistazo al manual que le entregaron para saber desempeñar bien su función, y domina casi a la perfección sus tareas para ese día.
Veterana y novato, en familia
Y si Daniel será uno de los votantes más jóvenes y sin duda el presidente de mesa de menor edad, su abuela formará parte del colectivo de los votantes de más edad. Victoria Ferreiro, con 96 años, está inscrita en la misma mesa, por lo que abuela paterna y nieto cerrarán casi ese círculo electoral que ofrece la participación democrática.
Pese a su juventud, a Daniel no solo le interesa la política sino que asegura que le ilusiona participar en un proceso como este «que después va a tener una repercusión en todas las decisiones». No se decanta por ningún político en concreto, pero sí por determinadas actitudes, «siempre hay gente que actúa más acorde con lo que piensas que otros, que parece que solo están en política para atacar y para criticar. Pero aunque estoy más de acuerdo con unos que con otros, no tengo a ningún político al que admire mucho», señala.
Su implicación en el proceso electoral irá más allá de su participación en la mesa el 9-M, ya que le gusta la idea de recuperar los debates en televisión y aunque se perdió el de Solbes y Pizarro, «porque tenía un cumpleaños», los de Zapatero y Rajoy (el primero será ya esta noche y el segundo el próximo 3 de marzo) no piensa perdérselos.
En cuanto a su futuro, la política tampoco es una opción que descarte del todo, aunque está abierto a muchas alternativas. Estudia primero de Administración y Dirección de Empresas en la Facultad de Económicas de Santiago y por el momento está encantado con el título que ha elegido. «El hecho de estudiar factores económicos después te ayuda a encontrarle contenido a las noticias a las que antes no se lo encontraba».
Aunque tiene un abanico de posibilidades amplísimo señala que después de terminar la carrera, o bien cuando ya esté trabajando, le gustaría hacer algo relacionado con la publicidad, «porque me encanta el márketing». ¿Hacerle la campaña a un político? Tampoco lo descarta, aunque por el momento ser presidente de la mesa electoral ya es bastante participación en ese mundo.