Nada más arrancar oficialmente el verano, la playa de A Lanzada se vistió de luto al registrar la primera muerte de la temporada estival, aunque el fallecimiento de un vecino de Lalín cuando paseaba por el arenal no se debió a un accidente, sino a causas naturales.
Fue a las once de la mañana cuando Jesús Areán García, de 54 años, caminaba por la parte central de la playa, a la que había acudido en compañía de su mujer. De forma repentina se cayó desplomado, y al momento de le acercó un socorrista con la intención de reanimarlo, pero ni él ni una enfermera que disfrutaba también de la playa pudieron hacer nada por salvar su vida. Poco después llegó al arenal el helicóptero del 112, pero los médicos de este servicio no hicieron más que certificar la muerte del bañista.
Las lógicas escenas de dolor se sucedieron cuando su mujer fue consciente de la muerte de su marido y cuando más tarde llegaron sus hijos.
Aunque en la mañana de ayer no se podía determinar con seguridad la causa del óbito, todo parece indicar que el vecino de Lalín murió por causas naturales, bien por un infarto o por un derrame cerebral.
Dispositivo de emergencias
Se trata del primer suceso del verano en las playas de la comarca, y la primera actuación del servicio de socorristas, que desembarcaron el sábado en las playas grovenses. Los que se ocupan de la vigilancia de la playa de A Lanzada lamentaban ayer no haber podido hacer nada por salvar la vida del bañista, que había acudido desde Lalín para pasar el primer día de verano en el arenal.