Los vecinos de Seixalbo están en pie de guerra. La culpa de su malestar la tiene la decisión de la Xunta de Galicia de reactivar la circunvalación este de la ciudad, que estaba paralizada desde hace años y que ahora se ha vuelto a poner en marcha.
La publicación en el Boletín Oficial del Estado del inicio del proceso administrativo para la ocupación de las fincas que se verán afectadas por el tercer tramo de la circunvalación, y que unirá Rairo (CV-401) y Bemposta (OU-105), provocó la movilización de los vecinos que ayer salieron a la calle para protestar por la decisión del gobierno autónomo. «La gente está muy indignada», advirtió el presidente de la asociación de vecinos San Breixo de Seixalbo, Juan Antonio Cid. Lo hace antes de asegurar que no se van a quedar de brazos cruzados ante el «escarnio» que van a realizar a la zona este de la ciudad.
Compensaciones
Dada que la ocupación de los terrenos para iniciar las obras es inminente, los vecinos de Seixalbo ya han abandonado su pretensión inicial de que se desvíe el vial por la zona de O Cumial. Ahora, pretenden abrir una mesa de negociación con la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras para lograr una serie de compensaciones que, según indicó Juan Antonio Cid, prefieren no desvelar hasta que se sienten en la mesa con los responsables políticos.
Lo que sí avanzan los vecinos de Seixalbo es que exigirán conocer el proyecto. «Sin haberlo visto ya sabemos que hay cinco caminos públicos que quedan sesgados por la circunvalación. No lo vamos a permitir y por eso vamos a pedir a la Tenencia de Alcaldía que no nos deje de lado y que demande una comunicación por debajo de la circunvalación para estos caminos», explicó Juan Antonio Cid.
La segunda demanda para los políticos del nuevo gobierno gallego tiene que ver más con los sentimientos que con lo material. «Pedimos respeto absoluto de la administración para los vecinos, porque no estamos hablando solo de la expropiación de una finca, sino también de sentimientos», señaló el dirigente vecinal.
La circunvalación este es un vial que ideó la Xunta para unir la carretera de Trives (C-536) con la autovía de las Rías Baixas (A-52) y aligerar el tráfico por el centro urbano. En estos momentos, están en funcionamiento dos tramos, que llegan hasta Rairo y quedan los dos últimos que unirán esta parroquia con la A-52, pasando por Bemposta y Seixalbo. «La circunvalación es el pretexto para pasar y rodear la finca de Bemposta. Es un pretexto poco creíble y detrás están las ambiciones urbanísticas», concluyen.