El Concello de Ourense instala alcantarillas en el casco viejo con un sistema que evita que el hedor emane
21 ago 2009 . Actualizado a las 10:36 h.Las viejas arquetas del casco viejo ya no emanarán mal olor. Al menos no tanto como hasta esta semana, en la que el Concello de Ourense ha instalado nuevos sumideros con un sistema especial para evitar que el hedor salga del alcantarillado. Esta medida llega justo después de que el pasado día 5 La Voz hiciera público el malestar de hosteleros y clientes de la zona por los malos olores.
Los nuevos sumideros cuentan con un sistema llamado sifónico que consiste habitualmente en un tubo en forma de ese tumbada de manera que, al desaguar, se llena la primera curva y la segunda actúa como un sifón, vaciando la primera hasta que el nivel de agua baja y entra algo de aire. En este momento, el sifón deja de funcionar y retrocede el agua que está en la parte ascendente entre las dos eses, llenando la primera curva del tubo y aislando el desagüe de los gases de la cañería.
El Concello de Ourense ha colocado estos sumideros en las calles Lepanto y Fornos. Además se están ejecutando, con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local, unas obras para renovar la red de saneamiento en las calles Pelayo y Cervantes.
La medida ha sido bien recibida por los hosteleros de la zona, que notan los beneficios de las nuevas alcantarillas. Dicen, sin embargo, que hay algunas que no están bien colocadas y que el olor sigue subiendo cuando el calor aprieta, aunque en menor medida que antes. De hecho, los propietarios de los establecimientos siguen colocando lonas de plástico o periódicos sobre las sumideros para frenar aún más el hedor. Además, aún existen puntos donde no se instaló el sistema sifónico.