El proyecto «máis importante para o futuro de Ourense», cual es, en palabras del alcalde Francisco Rodríguez, el de integración del AVE en Ourense, permitirá recuperar el actual trazado actual de la vía férrea y acabar con la actual «ferida» que divide la ciudad, según expresión de la conselleira María José Caride. El avance del estudio informativo, que en fechas próximas se someterá a información pública, lo presentaron ayer el Secretario de Estado de Planificación del Ministerio de Fomento, Víctor Morlán, y el director general de Ferrocarril, Luis de Santiago.
El proyecto, que por un lado confirma la apuesta por el nuevo trazado, deja en el aire aspectos como el soterramiento de las vías férreas en los accesos a la estación Empalme, algo que deberá resolver la sociedad gestora que en su momento se cree con la participación de las distintas administraciones.
Para la estación, en cualquier caso, se propone una ocupación significativamente más baja que la actual, incluyendo el desmantelamiento de la zona de salida hacia el viaducto, que pierde uso en beneficio de otro puente que se construirá aguas arriba del río Miño, cerca del actual puente de Velle.
La nueva solución mantiene el aprovechamiento de uno de los tramos del trazado actual, entre Taboadela y Seixalbo, para su uso como medio de transporte de mercancías, particularmente por el peso del polígono industrial de San Cibrao das Viñas y de alguna de las empresas que allí se asientan.