Los autores, dos jóvenes de 18 y 19 años de Lalín, intentaron huir de la Policía Local pero fueron interceptados
02 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.El pasado jueves un grupo de jóvenes decidió comenzar la noche de marcha destrozando buena parte del mobiliario urbano del parque Barbaña. El acto vandálico dejó destrozadas seis farolas situadas junto a la fuente principal. Cuatro de ellas acabaron con la tulipa rota y la base doblada y otra fue arrancada y tirada en el parque. Además, la Concejalía de Medio Ambiente informó de que los vándalos se llevaron una de las luminarias y la Policía Local detectó también daños en una papelera.
Los hechos ocurrieron a la 1.36 horas. Tras ser alertados de lo que estaba sucediendo, una patrulla de la Policía Local se acercó al lugar y los agentes sorprendieron a un grupo de cuatro jóvenes allí, aunque solo dos de ellos eran los que estaban ocasionando daños en el mobiliario urbano. Al ver a los policías, los vándalos iniciaron una huida en dirección a la calle Doctor Fleming, pero cuando llegaron al vial se encontraron con otra patrulla, que esta vez sí consiguió interceptarlos.
Aunque los cuatro jóvenes fueron identificados, solo se ha presentado denuncia en el Juzgado contra los dos que fueron sorprendidos destrozando las farolas. Se trata de dos vecinos de la villa pontevedresa de Lalín con iniciales J. G. C. y M. B. S. y 19 y 18 años respectivamente.
Además de cuantificar los daños en 3.500 euros, el Concello de Ourense difundió ayer un comunicado en el que anuncian los trabajos de reparación o sustitución inmediata de las farolas rotas. «A Concellería de Medio Ambiente lamenta este exercicio de vandalismo, que por desgraza xa ten ocorrido en anteriores ocasións neste parque nas madrugadas entre os xoves e os domingos durante os meses de verán», dice la nota oficial.
Vecinos cansados
Los actos vandálicos traen de cabeza a la asociación de vecinos del Parque Barbaña, cuya presidenta, Rocío Díaz, lamentaba precisamente ayer en declaraciones publicadas La Voz los destrozos y la aparición de todo tipo de mobiliario urbano en el cauce del río. Desde el colectivo vecinal se reclama al Concello de Ourense la puesta en marcha de medidas que pongan fin a este tipo de sucesos, que en la mayor parte de los casos están relacionados con el botellón.