Así se prepara el mejor café en casa

ALEJANDRA CEBALLOS / S. F.

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Las tiendas de café especial se han popularizado, y con ellas, los diferentes tipos de cafeteras para preparar esta bebida. Te contamos, de la mano de una experta, cómo sacar lo mejor de cada método

21 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las tiendas de café especiales empezaron a reproducirse: Astro, Doña Elvira, Siboney, Waco... Una de las bebidas más consumidas en el mundo ya no es solo la carga de cafeína necesaria para iniciar la mañana, sino una experiencia para el paladar. ¿Pero vale la pena pagar más por un café? Laura Villadiego y Nazaret Castro apuntan en Carro de combate, un libro sobre el consumo responsable, que para pagar lo justo a los productores, habría que pagar mucho más por nuestros cafés.

Angélica López (Cafelogi), catadora internacional de café y profesora de la preparación de esta bebida en Colombia, asegura que, «al igual que una buena botella de vino, un café de calidad puede tener muchos atributos diferentes que hacen que valga la pena pagar más», sin embargo, esa inversión solo sirve si preparamos el café de la mejor manera.

«Podemos tener el mejor café del mundo, pero no tiene sentido si no lo preparamos bien. La idea es que logremos resaltar todas sus cualidades», explica la experta. Es por esto que preparar el café es casi un ritual en la casa de esta maestra en la materia. Entran en juego variantes tan diversas como la molienda del café, la temperatura del agua, el tiempo que tardamos en preparar la bebida, e incluso la forma en la que limpiamos nuestros utensilios.

Cada una de las variables cambia según el método que utilicemos, aunque hay algunas cosas que se deben tener en cuenta siempre. «Por ejemplo, cuanto menos tiempo pase entre el momento en el que molemos el café y lo preparamos, mucho mejor. Lo ideal es hacerlo al momento. Si no tenemos molino, podemos pedir en la tienda de café que lo hagan especialmente para el método que tenemos en casa y tratar de consumirlo en poco tiempo», expone Angélica.

«Otra recomendación es utilizar entre 7 y 10 gramos de café por cada 100 mililitros de agua, o lavar los utensilios solo con agua caliente, para evitar sabores provenientes del jabón», continúa la experta.

Pero, con esta bebida, como en la vida, lo importante es que lo disfrutemos. «Las recomendaciones son para tener una guía, y resaltar los sabores que puede tener nuestro café, pero la decisión final la toma cada uno. Al fin y al cabo, lo importante es disfrutar el café que te vas a tomar», concluye. Aquí unos tips para cada método de preparación. 

Cafetera eléctrica

LA MÁS RÁPIDA

Es la opción perfecta para que el café se haga mientras te duchas, pero no todo lo puede hacer la máquina. Recuerda que en este, como en cualquier otro método, las cantidades son importantes, así que si no puedes pesar el café, trata de estandarizar la medida con una cuchara medidora u otro utensilio de volumen. Lo ideal sería una molienda media. Mide también el volumen del agua. Es indispensable que tu café lleve poco tiempo molido y lo conserves en un recipiente hermético.

«Para una bebida más limpia puedes poner un filtro de papel sobre el filtro de tu cafetera», acota Angélica López, catadora internacional. Consejo de limpieza: para mantener tu cafetera impecable, puedes ponerla a funcionar solo con agua para limpiar el interior.

V60

UN POCO MÁS SOFISTICADO

Este método utiliza un filtro de papel, por lo que tendrás una bebida más «limpia y ligera», que algunos comparan con el té. Utiliza una molienda media, y procura que la temperatura del agua esté entre los 92 y 96 grados centígrados, es decir, después de que hierva, déjala reposar un momento.

La clave aquí es «purgar el filtro», es decir, pasar un poco de agua caliente por este antes de empezar la preparación y desecharla luego. Esto también ayudará a calentar el recipiente donde caerá la bebida. Pon el café en el filtro y empieza a preparar tu bebida. Trata de que el hilo de agua sea uniforme y que el tiempo de filtrado esté cerca de los cuatro minutos. Parece una clase de química, pero vale la pena el resultado.

Moka

la más clásica

Aunque este clásico italiano es muy intuitivo, hay algunas claves para que el café que prepares sea aún mejor. Es el método ideal para quienes prefieren una bebida más intensa y a mayor temperatura. La recomendación de Angélica López es que utilices una molienda media-fina. Para que el café no pase tanto tiempo en contacto con el calor de la cafetera, lo ideal es montar la cafetera con el agua caliente.

«Antes de que comience a salir la bebida, puedes agregar un poco de agua fría en el depósito (parte de arriba) para que el café no se queme con el calor», recomienda. Otro consejo: «Si quieres una bebida más intensa, presiona el café en el portacafé», apunta la experta.

Cold-brew

Para el verano

Si no eres de bebidas calientes, este método es para ti. Permítete experimentar con cantidades y tiempo de extracción. Los gramos dependerán de si quieres una bebida menos concentrada, para beberla sola, o si quieres algo más fuerte, para agregar a cócteles.

La catadora recomienda entre 7 y 12 gramos de café por cada 100 mililitros de agua fría. Para preparar tu cold-brew pon los ingredientes en una botella. El café puedes simplemente agregarlo al agua o introducirlo en un infusor que retirarás pasado el tiempo de extracción. Mete la botella con el agua y el café en el refrigerador entre 12 y 48 horas. Después, filtra el café o retira el infusor de la botella, consérvalo refrigerado y sirve cada vez que quieras. Con el cold-brew, al igual que con los otros métodos, la idea es experimentar hasta encontrar la proporción agua-café-tiempo que más te guste.

Prensa francesa

La de moda

De esta manera obtenemos una bebida un poco más ácida y con más sedimento de café, lo que nos puede producir la sensación de que tiene más cuerpo. Es un método muy sencillo que te permite agregar el agua y olvidarte unos minutos el café.

Para prepararla, asegúrate de que la molienda de tu café sea gruesa. Agrega el café, luego el agua caliente, mezcla dos o tres veces y espera cuatro minutos. Una vez pasado ese tiempo, baja el émbolo suavemente y sirve la bebida. «Es importante que pasados los cuatro minutos se sirva la bebida, de lo contrario, los sabores seguirán cambiando, porque seguirá habiendo extracción», enfatiza Angélica López.