Siete claves para saber estás sufriendo violencia psicológica por parte de tu pareja

LILIANA G. ABAD / S. F.

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Según el último informe de Save The Children, el 25 % de las adolescentes han sufrido este tipo de abuso.  ¿Te graba sin saberlo?, ¿Te controla?, ¿Tiene las claves tus perfiles en redes sociales?... Descubre las señales inequívocas

11 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No es cuestión solo de adultos. La violencia de género también está golpeando a las adolescentes y la mayoría de las veces de forma sutil y silenciosa. Porque el 25% de ellas han sufrido violencia psicológica o de control en pareja, según el último informe No es amor de la oenegé Save The Children. La investigación alerta sobre las graves consecuencias de estas manifestaciones y del preocupante negacionismo entre los varones (de este rango de edad) respecto a la existencia de la violencia machista.

Por lo general, en estos casos las parejas de las chicas les dicen qué pueden o no hacer, deciden cómo tienen que vestirse, además de controlar sus horarios o impedirles que vean a amigos o familiares. Y cada vez es más frecuente que ese control se ejerza a través de las redes sociales o todo el entorno digital. Llega a tal extremo que pueden combinarse varios tipos de violencia online o viral como también se conoce, y desembocar luego en violencia física, según otro estudio realizado por la oenegé.

Por eso, es importante dotar de herramientas a las madres, padres y en especial a las adolescentes para que logren identificar cuándo están siendo víctimas, ofreciéndoles la información precisa y el acompañamiento necesario para salir de esta situación. Las presidentas de las asociaciones provinciales Mujeres en Igualdad de Lugo, Mary Fraga y Beatriz Piñeiro de Pontevedra, nos ayudan a reconocer estos tipos de violencia y a mantener la alerta roja, porque esto «no es amor».

1. «Te envío las fotos de Laura sin ropa»

Sexting sin consentimiento 

«Laura tiene 14 años y compartió con su novio unas fotos que se hizo semidesnuda en su habitación». Si bien el sexting en sí mismo no es una forma de violencia, constituye una conducta de alto riesgo que los adolescentes han incorporado a su forma de relacionarse al intercambiar mensajes o imágenes propias con contenido sexual. «Sin embargo, Laura no pensó que su pareja las compartiría luego con sus amigos porque le prometió que no las enseñaría a nadie». Y es aquí donde nos encontramos ante una forma de violencia, el sexting sin consentimiento, que ocurre cuando este material se difunde sin la aprobación del menor de edad. «En la mayoría de los casos la persona responsable es la pareja o expareja. Y la posibilidad de reenviar los contenidos digitales infinitamente, provoca que estas formas de violencia sean además continuadas en el tiempo», explica Mary Fraga, presidenta de la Asociación Mujeres en Igualdad de Lugo ( Bumei).

2. «Nos grabaron sin saberlo y lo subieron a un sitio porno»

Sextorsión

La sextorsión ocurre cuando una persona es chantajeada con archivos de contenido sexual. En muchos casos, las fotos o vídeos pueden acabar en sitios web de pornografía, sin el consentimiento de quienes aparecen en ellos. Tal y como sucedió con una de las más de 80 mujeres, entre ellas varias menores, «que fueron grabadas con cámaras ocultas mientras orinaban en la calle durante la romería de A Maruxaina del verano del 2019. Los vídeos se publicaron en páginas de porno en línea, varias de pago, donde se veían las caras y partes íntimas de estas mujeres», apunta Mary Fraga, presidenta de Bumei, que considera que este es un claro ejemplo de violencia de género digital y que lucha para que se haga justicia con este caso.

3. «Tiene mis contraseñas de las redes» o «Pensé en suicidarme»

Violencia «online» en la pareja o expareja

En este caso, «es muy probable que quien provoque violencia en el mundo físico lo haga también en el ámbito virtual», señalan las expertas. Y es aquí donde se evidencian otras conductas violentas que se gestan mediante el control y las amenazas hacia la pareja o expareja en el ámbito digital. «Por lo general, se suele llevar a cabo mediante mensajes, control de las redes sociales, apropiación de las contraseñas, difusión de secretos o información comprometida. Además, se vigila a la pareja controlando su ubicación, conversaciones y comentarios online y también se dicen insultos», destaca Beatriz Piñeiro, presidenta de la Asociación Mujeres en Igualdad de Pontevedra. Las repercusiones de estas agresiones pueden ser trágicas porque ocurren de forma mucho más constante en el tiempo, especialmente cuando se ejerce control. Hasta el punto de que la víctima piense o llegue a suicidarse.

4. «Se burlan de mí en las redes»

Ciberacoso

«Casi el 40 % de los jóvenes en España sufrieron ciberacoso en su infancia y suele ocurrir por primera vez entre los 8 y los 9 años», destaca el informe de la oenegé. Este tipo de violencia es una extensión del acoso tradicional entre menores de edad, en el que se vuelven constantes «comportamientos repetitivos de hostigamiento, intimidación y exclusión social hacia la víctima a través de mensajes, imágenes o vídeos, que dañan, insultan, y humillan al otro. Según la experta Beatriz Piñeiro, el alcance del ciberacoso llega a ser mayor que el del tradicional «debido a que se prolonga más en el tiempo a causa de la viralización del contenido en las redes, por lo que es importante que padres y madres estén atentos a algún cambio en el comportamiento de sus hijos para actuar a tiempo», señala la especialista.

5. «Qué gracioso es cómo se pelean»

«Happy slapping»

Happy slapping o ‘bofetada feliz' en español, es un término aparentemente inocente, pero que define otro tipo de violencia frecuente entre los adolescentes. Consiste en la grabación de una agresión física, verbal o sexual y su difusión a través de las nuevas tecnologías; en ocasiones con el objetivo de colgar contenido «entretenido» o «divertido» para ganar popularidad en la red. Según el estudio de Save The Children, «en el 61 % de los casos, los agresores son amigos o compañeros. Por tanto, lo que se percibe como un juego por parte del agresor es una grave forma de violencia física y posteriormente online».

6. «Me envías una foto con menos ropa»

«Online grooming»

Según las expertas, es común recibir en las asociaciones casos en los que los adolescentes han sufrido este tipo de violencia (acoso y abuso sexual online) por primera vez a los 15 años. «Se ganan poco a poco la confianza del menor con el propósito de involucrarle en una actividad sexual, cuando una persona adulta contacta con ellos a través de Internet, mediante sobornos o engaños», apunta Mary Fraga. Por lo que este delito puede ser desde hablar de sexo, obtener contenido de este tipo, hasta mantener un encuentro sexual. Por ejemplo, «los agresores suelen decirles: ‘Tócate en tal sitio, pero no le digas a tu mamá lo que hacemos'», «qué guapa, ¿no me envías una foto con menos ropa?», o «ya tienes 14 años, podemos ver otras pelis», «no te preocupes que es nuestro secreto», resume Beatriz Piñeiro. Y aun cuando no se alcance el objetivo final, también son considerados online grooming todos los actos materiales encaminados a conseguirlo, así que alerta.

7. «Completa el reto»

INCITACIÓN A CONDUCTAS DAÑINAS

Por último, y no menos preocupante aparece este tipo de violencia. Tanto niñas, niños o adolescentes pueden verse realmente afectados por ciertos contenidos que descubren inocentemente a través de Internet, debido a «la existencia de plataformas que promocionan comportamientos como la autolesión o los trastornos alimenticios, dando consejos sobre cómo llevarlos a cabo», publica el informe de la oenegé. Tal y como ocurrió con el juego de la Ballena Azul en el 2017, que se hizo viral en Internet y consistía en realizar 50 retos peligrosos hasta acabar con la vida, causando numerosas muertes en todo el mundo. Otra de las razones por las que las expertas recomiendan a los padres supervisar de manera constante qué tipo de contenidos consumen sus hijos. Esta exposición puede afectar a su salud e integridad física.