Estas sí que son bodas de película

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Solo faltó el sonido de claqueta. Por diversión, solidaridad, afición o porque un día es un día. Estos novios tuvieron unos enlaces de cine. Alguno, hasta con helicóptero incluido

17 may 2021 . Actualizado a las 13:51 h.

No es que el traje blanco con cola y velo para ellas y el oscuro con chaleco para ellos ya no se lleve. También vais a seguir quedando genial si os presentáis en el convite subidos a un Rolls Royce. Y qué decir de si agasajáis a vuestros invitados con una comida o cena por todo lo alto en el pazo de moda. Si es a base de marisco, mejor que mejor. Todo eso está muy bien y sigue tirando. Pero, si lo que queréis de verdad es sorprender hasta a la bisabuela, que se creía que tras una guerra mundial, una civil, una transición y una pandemia lo había visto todo, lo que tenéis que hacer es montar una boda temática. Es lo que se lleva ahora. En Galicia, aún nos cuesta, pero empezamos a seguir la corriente.

Rodrigo Fernández, fundador de The Must Studio (empresa organizadora de bodas), cree que todavía nos falta un pequeño impulso. «Mucha gente piensa que estamos hablando de un sobrecoste enorme para la boda. Y ni mucho menos. Luego es cierto que, quizá aquí la sociedad sea algo más tradicional en este sentido y salir de la zona de confort no siempre es sencillo. Pero, poco a poco, vamos dándole ese toque un poquito alocado que toda celebración requiere».

Jack Sparrow, Los cazafantasmas, El Señor de los Anillos, Marvel, Japón... Muchas son las temáticas que los novios están acercando en los últimos tiempos a sus enlaces. Los motivos son variados: desde un acto de rebeldía tras meses de pandemia hasta una acción solidaria.

Así lo hicieron Bea y David, que el pasado mes de febrero firmaron en Vigo la unión de sus vidas vestidos de los personajes de Los cazafantasmas. «Nuestro hijo nació en la pandemia, parí con mascarilla, nos casamos en pandemia y no podemos ni tomar un café con la familia. Lo celebramos así para darle un puntito de alegría en tiempos tristes y una época fea», confesaba la feliz novia a nuestro compañero Enrique Vázquez Pita nada más salir del juzgado. «La vida tiene que ser divertida», resumía.

Así lo piensa también Berto Pirata, como se conoce a este escritor que junto a su futura esposa, María, quiso celebrar, sin éxito, una boda alegre a la par que solidaria. De esta guisa se presentaron en el juzgado, él vestido de Jack Sparrow, ella con un traje regional de su abuela. «La pandemia nos obligó a posponer la boda, que estaba programada para el 26 de junio del 2020. Como todavía no se podían hacer grandes celebraciones y nosotros estamos muy involucrados en acciones solidarias —son autores de la saga Elefantes de Papel, cuya recaudación se destina a diferentes causas—, pues pensamos que el dinero que los invitados se iban a gastar en vestimenta y regalos, lo donaran. Y, para darle visibilidad al tema, decidimos anunciarlo y acudir así vestidos al juzgado». Lo que no se imaginaron es que les fueran a impedir la entrada... Por pirata.

Si su no boda fue curiosa, la luna de miel no lo será menos. Berto anuncia que la harán montados en una furgoneta, cuyo exterior simula la portada de uno de sus libros.

No muy lejos de Vigo, en Pontevedra, vivieron su boda de película Gabri y Sabrina. Sobre todo él, un «auténtico friki de Marvel», como él mismo se describe. En este caso, los responsables de la puesta en escena no fueron los novios, sino sus amigos.

«Soy muy friki de Marvel y, en especial, de Spiderman. Mis colegas también. Cuando salía una película potente, íbamos disfrazados. Así que aprovecharon mi boda para venir todos así. Algo intuía que harían, pero lo que no imaginé nunca es que fueran a presentarse así ya a la ceremonia», relata Gabri, que sin atreverse él a darlo todo con un traje de Spiderman para casarse, sí que sorprendió a los invitados cuando esperaban en el comedor: «Nos ausentamos unos minutos y aparecí con la máscara y lanzando serpentinas a modo de telarañas», recuerda entre risas. Así de fantástica es la boda que está preparando Rodrigo Fernández para el mes de septiembre: «Nos metemos en el universo Harry Potter», cuenta con alegría. Y es que para él, andorrano de nacimiento y coruñés de adopción y por amor, supone una alegría que «en las bodas haya algo de locura».

El fundador de The Must Studio, empresa con sedes en A Coruña y Barcelona, está deseando poder poner un helicóptero en un enlace gallego, tal y como ha hecho ya en otros territorios: «Es algo que está al alcance de cualquiera. El precio de un paseo en helicóptero, en el que también puede ir el fotógrafo, ronda los trescientos euros, que en la factura final de la organización de una boda no es mucho», explica.

Y puestos a ilusionarse no pierde la esperanza de que algún día le encarguen una bajo el agua: «Todavía no hemos tenido ninguna así. Pero, estoy abierto a todo tipo de peticiones. Cuanta más locura parezca, pues casi mejor», reta a todo aquel que lo lea.

Pues ya lo sabéis, la tradición está muy bien, pero ponerle un puntillo de locura a uno de los días más importantes de vuestras vidas no está mal. Yo me lo apunto para la próxima vez que me case... Quizá sea el primer cliente de Rodrigo que lo haga entre tiburones. De cine.