El endocrino de la Sociedade Galega de Endocrinoloxía, Nutrición e Metabolismo Alfonso Vidal Casariego la suscribe. «Carecen de validez científica demostrada, no tienen utilidad real, complican la vida de quienes rigen su alimentación suprimiendo a lo mejor 15 o 20 alimentos, y por lo tanto pueden llevarle a una dieta desequilibrada», afirma el doctor, que los distingue de las pruebas validadas para intolerancias a nutrientes concretos, como la de la lactosa o la fructosa. «A veces te llega un paciente que ha dejado de comer lentejas después de 50 años comiéndolas sin que jamás le hayan hecho daño porque le salió en el test. Y deshacer eso es muy difícil», señala Vidal Casariego, que reconoce que el hecho de que los propios hospitales ofrezcan este tipo de test responde «a un conflicto de intereses» que puede despistar al paciente.
«LA GENTE LOS PIDE»
Pero además de la evidencia científica, defiende la nutricionista Ana Golpe, está la empírica. Ella lleva trabajando con los test de intolerancias desde el 2011 en su consulta de Hipersalud, y asegura que se los piden con muchísima frecuencia. «No hacemos publicidad de ellos, pero es que la gente viene pidiéndolos. Yo misma era muy escéptica al principio, sin embargo quienes hacen su dieta contando con ellos se encuentran muchísimo mejor», manifiesta la nutricionista, que los realiza con su laboratorio de referencia. Retira durante unos meses esos alimentos que el test desaconseja, pero los reintroduce después. «A nivel digestivo, observas que los pacientes se encuentran muchísimo mejor tras la retirada en muy poco tiempo. Luego, por supuesto hay que hacer la reintroducción de esos alimentos. Quizás pueda haber alguno en concreto que genere una mayor intolerancia, pero siempre se va a poder sustituir por otros que aporten los nutrientes, las vitaminas y los minerales del que se retira. De eso se trata, de encontrarle el sustituto al alimento que hace daño y que la persona note la mejoría», indica Golpe, que añade que cualquier dieta «va a asimilarse mejor si nuestro sistema digestivo funciona bien». Las cifras en su consulta, indica, hablan por sí solas: «A día de hoy, hemos realizado ya tres mil test».